BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) retomará las negociaciones para un tratado de
libre comercio (TLC) con Japón "a mediados de enero" tras los obstáculos
que han cobrado importancia en el proceso, especialmente en relación
con el sector de la automoción o la agricultura.
"La negociación está madura y se puede cerrar muy rápido. Lo que está por ver es si se hará", indicaron fuentes europeas.
La UE estaba dispuesta a cerrar el acuerdo que negocia desde 2013 con
Japón la semana pasada en Tokio, señalaron las fuentes, que se dijeron
"sorprendidas" por no poder todavía superar las últimas trabas.
Entre otras cosas, Tokio exige eliminar aranceles sobre automóviles y
autopartes niponas, mientras que Bruselas insiste en que Japón abra las
licitaciones de obras públicas a empresas de la UE o que rebaje sus
tarifas sobre los productos agrícolas.
Según la UE, el "objetivo primero" de Japón es liberalizar el sector
del automóvil, algo que estará sometido a condiciones y a salvaguardas
para los productores europeos.
En el punto de mira están factores como el periodo de transición para
la entrada al mercado comunitario o la cuestión de los estándares a los
que deben estar sujetos los vehículos.
"Vemos ahora un cambio de actitud por lo que se refiere a los
estándares internacionales, en los que hasta ahora Japón había sido un
socio", dijeron las fuentes europeas, que insistieron en que quieren
mantener esos estándares y "no los de los países emergentes, como
China".
Recordaron que los característicos minicoches japoneses ("kei cars" o
"K-Cars"), que gozan de ventajas fiscales y de un precio distinto del
carburante, "forman parte del panorama pero no de la negociación.
Las fuentes destacaron que dos tercios de los vehículos japoneses que
se venden en Europa "están hechos aquí", y que "la cuestión es si
podremos conseguir un acceso así en el mercado japonés".
"No vamos a sacrificar el sector del automóvil" europeo, concluyeron.
Por otra parte, señalaron como otro obstáculo la agricultura, en
concreto sectores como los cereales, la carne de vacuno, el vino o los
lácteos, sensibles para los nipones.
"Somos el mayor exportador agroalimentario del mundo. Japón es un
mercado muy interesante, es ideal para los europeos y ellos aprecian
nuestros productos. No entendemos por qué es tan difícil", comentaron
las fuentes comunitarias, que rechazaron que la europea sea una
"amenaza" para la agricultura japonesa.
Para Japón uno de los productos más sensibles son los cereales, ya que importa el 96 % de los que consume.
En ese ámbito, "nos enfrentamos a un nivel de resistencia que no esperábamos", admitieron las fuentes.
Por otra parte, reconocieron estar "muy cerca" de lograr un acuerdo
en servicios, donde aún hay precisiones que hacer sobre facilitar el
movimiento de los trabajadores.
"Creemos que los plazos son útiles pero no somos esclavos de ello. Si
son necesarios otros cinco años para lograr un buen acuerdo, adelante",
dijeron las fuentes europeas, que añadieron que, "para nosotros, un
acuerdo sería posible en unas semanas".
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