WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI)
estimó hoy que la economía de Bolivia crecerá 3,7 por ciento en 2016,
inferior al promedio de años recientes, debido al descenso en los
precios de las materias primas.
En su informe anual, el FMI valoró que el descenso tendrá lugar tras una década con incremento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al cinco por ciento.
La revisión responde al análisis período en virtud del artículo IV del FMI, y aprecia que ese 3,7 por ciento previsto para 2016 resulta 'un nivel relativamente elevado en la región' de América Latina y el Caribe.
El Directorio Ejecutivo del Fondo reconoció igualmente los significativos avances de esa nación andina amazónica en la lucha contra la desigualdad y la pobreza durante la última década.
Según recomendaron los expertos del FMI, la focalización y la eficiencia en el gasto social podrían mitigar de manera más fácil el impacto negativo de la actual caída en los precios mundiales de las materias primas.
En 2015, el PIB de Bolivia aumentó 4,8 por ciento y según los cálculos del FMI en 2017 habrá una ligera recuperación en relación con el año en curso (3,9 por ciento), mientras se prevén alzas de 3,5 por ciento en los siguientes cuatro años.
Los cálculos tuvieron en cuenta la dependencia del país a las exportaciones petroleras y de otros productos básicos, cuyos valores registran un fuerte declive, lo cual 'plantea dificultades para la implementación de los objetivos de desarrollo de las autoridades fijados en la Agenda Patriótica 2025', expuso el diagnóstico.
Pese a la merma en los ingresos externos, la actividad económica boliviana se está apuntalando gracias a una política fiscal propicia, al sustancial programa de inversión pública y al vigoroso y rápido crecimiento del crédito vinculado con la Ley de servicios financieros, reseñó el documento.
Bajo estas condiciones, el déficit fiscal y en la cuenta corriente externa 'seguirán siendo profundos', apuntó el análisis.
A juicio del FMI, las incertidumbres a largo plazo seguirán vinculadas a los precios internacionales del petróleo, la magnitud de los descubrimientos de gas natural en el país y la renovación de los contratos de exportación, así como con la posibilidad de un exceso de volatilidad en la expansión crediticia.
'Las perspectivas parecen cada vez menos favorables (...) debido al persistente bajo nivel de los precios de las materias primas y a los crecientes desequilibrios fiscales y externos', subrayó el reporte.
En opinión del FMI, resulta conveniente atender el desequilibrio presupuestario mediante la racionalidad y la eficacia en el gasto, así como mejorar los incentivos para la exploración de hidrocarburos, armonizar los sueldos con la productividad y solucionar la grave escasez de agua.
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