WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed)
de Estados Unidos abre el martes una reunión de la que se espera un
aumento de las tasas de interés, una decisión que será un test de sus
relaciones con el futuro gobierno de Donald Trump.
Esta
alza, la primera en un año, debería ser mínima, del orden de un cuarto
de punto porcentual (0,25%), situando la tasa directriz entre 0,50% y
0,75%, según los analistas.
El Comité de Política
Monetaria de la Fed (FOMC) deliberará durante dos días y a las 18H00 GMT
del miércoles anunciará su decisión. Luego la presidenta de la Fed,
Janet Yellen, comparecerá en una conferencia de prensa.
La
Fed publicará también nuevas previsiones económicas que serán
escrutadas por los mercados para evaluar si la entidad integra ya
potenciales consecuencias económicas de las promesas de reactivación
presupuestaria realizadas por Trump.
"La Fed ha dado
señales muy claras" de que va a subir las tasas, dijo Robert
Hughes, economista del American Institute for Economic Research).
La
tasa interbancaria a 24 horas evoluciona actualmente en la banda de
0,25% a 0,50% desde diciembre de 2015, después de casi siete años de
política a tasa cero para sostener la reactivación económica.
La
Fed postergó en los últimos meses su decisión de comenzar a
"normalizar" su política monetaria a causa de los coletazos del Brexit,
la lentitud de recuperación de la economía internacional, los bajos
precios petroleros y la elección presidencial estadounidense.
Ahora
quiere prevenir un recalentamiento del mercado laboral en el país, que
podría acelerar la inflación. "Un alza de las tasas podría adoptarse
bastante rápidamente", advirtió Yellen hace dos semanas.
Los
datos del mercado laboral para noviembre fueron mejores que lo
previsto, haciendo caer la tasa de desempleo a 4,6%, su piso en nueve
años, mientras que la inflación, en 1,4%, se acerca lentamente hacia el
objetivo de 2%.
"Hubo un impulso positivo de la actividad
recientemente y señales precursoras de aumento de salarios", afirmó
Hughes. El crecimiento, casi estable en el primer semestre, se aceleró a
3,2% en el tercer trimestre.
Después
de la sorpresiva elección de Trump, la bolsa evoluciona diariamente
hacia nuevos récords y los rendimientos de los bonos del Tesoro se
fortalecieron netamente, transmitiendo un entusiasmo que pocos
economistas habían previsto.
Esta disparada se basa en la
esperanza de una política de reactivación que conjugaría, según
promesas de campaña, reducciones de gravámenes sobre los beneficios de
las empresas, disminución de los impuestos a los ingresos, masivos
gastos en infraestructura y flexibilización de las regulaciones.
¿Los
miembros de la Fed planearán entonces una aceleración de los
incrementos de tasas contra la política potencialmente inflacionaria de
Trump? Por ahora la Fed proyecta dos ajustes de tasas de un cuarto de
punto en 2017.
Si el miércoles el FOMC prevé 3 o 4 alzas
en lugar de 2 en 2017 y más de 3 en 2018, los mercados dirán: "¡es una
gran sorpresa!", estimó Joe Gagnon, del Peterson Institute of
International Economics.
Pero el experto afirma que la
Fed decidirá "esperar y ver lo que pase en el plan de política
presupuestaria". "Les interesa más no reaccionar a algo que todavía no
pasó", subrayó.
Máxime cuando se puede esperar ya el
miércoles una reacción de Trump, que no se privó de criticar a la Fed y a
Yellen durante la campaña.
"Trump ha cruzado tantas
veces supuestas líneas rojas que sería tonto creer que se respetará la
independencia del banco central", afirmó Paul Ashworth, de Capital
Economics.
Es difícil sin embargo prever de que lado se
colocará. El magnate inmobiliario se describe como "partidario de las
tasas bajas", aunque acusó a Yellen de mantener las tasas bajas para
favorecer a los demócratas.
De todos modos podrá influir
rápidamente en la política del banco central, porque hay dos puestos de
gobernadores a nombrar y el mandato de Yellen termina en 13 meses.
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