miércoles, 7 de diciembre de 2016

Las nuevas tecnologías están cambiando el mundo, según Stiglitz

LA HABANA.- Las nuevas tecnologías, la globalización y la integración de los procesos productivos están cambiando hoy el mundo, según el Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, quien realiza una visita a Cuba. 

Ha habido cambios muy importantes en los modos de producción y en las cadenas de suministros, cuya consecuencia están en la fragmentación productiva, precisó además el académico en un intercambio con profesionales de la economía, efectuado en el capitalino Hotel Nacional.

De acuerdo con Stiglitz, uno de los problemas de estas transformaciones es que las utilidades se acumulan en las empresas y los dueños de las cadenas productivas. Otros avances, como los operados en la esfera energética y la biotecnología, también están modificando la forma de producir, sostuvo.

Recordó como antecedentes de la actual crisis económica que el período de 1989-2008 era la época de oro del 'capitalismo a lo americano', etapa en que Estados Unidos emergió como única superpotencia tras desaparecer la Unión Soviética.

Se interpretó lo ocurrido como éxito de la economía de mercado y surgieron políticas como el Consenso de Washington y otras aceptadas por América Latina, las cuales provocaron mayor pobreza y desigualdad.

Luego, en un segundo periodo 2008-2016, la crisis financiera dejó claro que el capitalismo a lo americano tenía problemas muy graves.

Los crecientes niveles de pobreza y exclusión esclarecieron que el Consenso de Washington no funcionó, lo cual fue reconocido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que entonces comenzaron a hablar de temas inusitados para ellos, como por ejemplo, la necesidad de que se ejerciera control sobre los capitales.

En este período escribí el libro El precio de la desigualdad, donde expliqué el porqué y las consecuencias de esa inequidad. Por entonces el New York Times, el periódico más influyente en Estados Unidos, empezó a escribir sobre lo que ocurría en el país. Creció el descontento y un candidato como Donald Trump salió triunfante en las recientes elecciones presidenciales.

Un ejemplo de la magnitud de la crisis es que el salario mínimo en la nación norteña descendió al mismo nivel de 60 años atrás, agregó.

También era imprevisible el descontento tan grande en la población, malestar que se reflejaba fundamentalmente en los países en desarrollo, pero incluso más tarde también en los ricos. Tanta gente descontenta hizo que surgiera la interrogante de qué sucedía en el mundo.

En opinión del Premio Nobel (2001), los mercados constituyen la única vía en que se puede tener éxito económico, pero cuando sus normativas no funcionan los frutos del crecimiento van a parar a unos pocos. El mercado y el Producto Interno Bruto son medios para lograr un fin, y no un objetivo, aseveró.

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