BRASILIA.- El resultado primario de
Brasil (antes del pago de los intereses de la deuda) volvió a ser
fuertemente deficitario en noviembre, después de un breve respiro en
octubre, lastrado por las cuentas del gobierno central, según datos
oficiales divulgados este martes.
Noviembre cerró con un
rojo de 39.141 millones de reales (11.900 millones de dólares al cambio
actual), el doble que en noviembre de 2015 (19.567 millones de reales) y
su peor resultado para ese mes desde 1997, precisó el Banco Central de
Brasil (BCB).
En
los últimos doce meses, el déficit primario acumulado llega a 156.800
millones de reales, equivalentes al 2,50% del PIB; 0,3 puntos
porcentuales más que en octubre.
El
mes pasado, las cuentas se habían aliviado con un superávit récord, de
39.589 millones de reales, gracias a los fondos aportados por un plan de
regularización de activos no declarados en el extranjero.
Pero
el respiro duró poco, y en noviembre la situación del país volvió a
hacerse sentir, pese a los esfuerzos del gobierno conservador de Michel
Temer para recuperar la confianza de los mercados a través de severos
ajustes.
Las cuentas del gobierno central explican la
totalidad del déficit de noviembre, con un rojo de 39.876 millones de
reales, en contraposición al superávit de 421 millones de reales de los
gobiernos regionales y al saldo positivo de 314 millones de reales de
las empresas estatales.
La
deuda bruta del país llegó en noviembre al 70,5% del PIB, 1 punto
porcentual por encima de la de octubre (69,5%), y 5 puntos más que la de
diciembre de 2015 (65,5%).
Brasil cerró 2015 con un
déficit de 1,88% y proyecta terminar este año con un rojo fiscal de unos
163.900 millones de reales, equivalentes al 2,64% del PIB.
Sin
"fórmulas mágicas" para combatir la recesión, el conservador ministro
de Hacienda Henrique Meirelles diseñó un ajuste fiscal que incluye la
congelación del gasto público durante los próximos 20 años -ya aprobada
por el Congreso- y una reforma del sistema de jubilaciones, hoy
fuertemente deficitario.
El PIB de Brasil se hundió 3,8%
en 2015 y se espera una caída de 3,5% este año, marcado por la crisis
política que derivó en el impeachment de la presidenta de izquierda
Dilma Rousseff, a quien el Congreso acusó y halló culpable de manejar
irregularmente las cuentas públicas.
El presupuesto del
nuevo gobierno proyecta un crecimiento de 1% en 2017, pero el Banco
Central cree que será de 0,8% y los operadores de mercado reducen esas
expectativas a apenas 0,5%.
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