lunes, 12 de diciembre de 2016

Juicio de apelación para los reveladores de secretos de LuxLeaks

LUXEMBURGO.- Los tres acusados en el caso LuxLeaks, que destaparon acuerdos fiscales entre grandes empresas y la Hacienda de Luxemburgo, comparecieron este lunes en una audiencia de apelación que volvió a abrir el debate sobre la protección concedida a los reveladores de secretos.

"Asumo este estatuto con orgullo", declaró ante el tribunal Antoine Deltour, uno de los representantes más emblemáticos del caso LuxLeaks, el nombre con que se conoce la filtración de documentos confidenciales que, el 5 de noviembre de 2014, desveló algunas prácticas de optimización fiscal de las multinacionales.
"Estas prácticas fiscales tendrían que suscitar un debate público", insistió este francés de 31 años.
"El interés general es más importante que el secreto profesional", declaró por su parte Raphaël Halet, francés de 40 años, el segundo informante acusado. No quería "ser cómplice" de la evasión fiscal, insiste.
En junio, Deltour y Halet fueron condenados respectivamente a 12 meses de cárcel en suspenso y 1.500 euros de multa, y 9 meses de cárcel en suspenso y 1.000 euros de multa, por robo, violación del secreto profesional, acceso fraudulento a un sistema informático y blanqueo de los documentos sustraídos, tras haber robado a su compañía, PricewaterhouseCoopers (PwC) Luxemburgo, cientos de copias de acuerdos fiscales pactados entre la Hacienda luxemburguesa y grandes empresas.
Según revelaciones del diario de Luxemburgo Le Quotidien --abordadas por la audiencia-- el abogado general tendría que pedir penas más clementes en la próxima audiencia, el lunes que viene.
El tercer acusado, el periodista francés Edouard Perrin, de 45 años, recibió los documentos fiscales de Deltour y Halet, y los utilizó en dos programas difundidos en la televisión pública francesa en mayo de 2012 y junio de 2013.
La justicia luxemburguesa lo absolvió en primera instancia de los cargos de complicidad de divulgación de secretos empresariales, violación del secreto profesional y blanqueo de información robada.
Pero este lunes volvió a comparecer tras un recurso presentado en agosto por la fiscalía de Luxemburgo, que no quería separar los distintos elementos del caso.
En su juicio en primera instancia, Deltour y Halet dijeron haber actuado en pro del interés general y reivindicaron el estatuto de revelador de secretos, un argumento que convenció al tribunal.
"Tras las revelaciones de 'LuxLeaks', contribuyeron a una mayor transparencia y equidad fiscal. Los dos acusados actuaron, por tanto, en favor del interés general y contra las prácticas de optimización fiscal moralmente dudosas", afirmaba el tribunal en su sentencia.
Pero aunque el tribunal reconoció el estatuto de "revelador de secretos" a los dos franceses, recordó que éste no los protegía ante el derecho luxemburgués ni el europeo.
En los últimos días se han multiplicado las manifestaciones en defensa de estos filtradores de secretos.
Unos 200 manifestantes se congregaron este lunes delante del tribunal. Algunos de ellos enarbolaban pancartas donde se podía leer "Stop a la evasión fiscal", o llevaban camisetas con frases como "No abandonaremos".
En septiembre, 108 eurodiputados de distintas corrientes políticas apoyaron a los acusados en una carta enviada a las autoridades europeas y luxemburguesas.
En esa misiva lamentaban "la falta de protección concedida a los reveladores de secretos tanto a nivel nacional como europeo".
Los eurodiputados pretenden una vez más utilizar el juicio LuxLeaks como caja de resonancia para conseguir que la Comisión Europea y los Estados miembros formulen propuestas a favor de estos informantes.
El escándalo provocado por los documentos filtrados llevó al gobierno luxemburgués de Xavier Bettel a levantar el veto al intercambio automático de información fiscal y debilitó al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que dirigió Luxemburgo entre 1995 y 2013.

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