BRASILIA.- El Gobierno
del presidente brasileño, Michel Temer, dio hoy una muestra de
fortaleza política y logró que el Senado aprobase en forma definitiva
una polémica propuesta que mantendrá en mínimos el gasto público durante
los próximos 20 años.
El proyecto tenía carácter de enmienda constitucional, por
lo que debió ser sometido a dos votaciones en el pleno de la Cámara
alta, que hoy le dio su segunda sanción con una abrumadora diferencia de
53 votos a favor y apenas 16 en contra.
La nueva norma constitucional dice que el aumento del gasto
público anual estará limitado durante los próximos veinte años a la tasa
de inflación del ejercicio anterior y que ese techo sólo podrá ser
revisado una vez transcurrida la primera de las dos décadas.
Según los críticos de esa medida, ese límite impondrá
severos recortes del gasto público durante las próximas dos décadas en
áreas en las que el país requiere de una ingente presencia del Estado,
como son la salud, la educación y la atención de los más pobres.
La senadora Fátima
Bezerra, del Partido de los Trabajadores (PT), llegó a proponer que la
votación fuera suspendida, pero fracasó en un intento en el que solo fue
apoyada por la minoritaria oposición.
Bezerra sostuvo que el Gobierno "sólo quiere revocar por 20
años las inversiones para los más pobres, pero sin proponer un techo
para pagar la deuda a los banqueros", lo que calificó de "delito de lesa
patria" ya "condenado por la mayoría de la población".
Aludió así a una encuesta publicada hoy mismo por el
instituto Datafolha, según la cual al menos el 60 % de los brasileños
están en contra de imponer ese límite al gasto, que sólo cuenta con el
apoyo del 24 % de la sociedad.
Temer, quien asistió a un acto público poco después del fin
de la votación, consideró el resultado como una "victoria
extraordinaria" y, aunque sea en forma velada, admitió el carácter
impopular de la propuesta.
"Esta votación completó el ciclo de la primera reforma que
hemos presentado para sacar al país de la recesión" en que se encuentra
desde hace dos años, declaró Temer, quien apuntó que era necesario
"coraje" para impulsar una medida de esa naturaleza.
"Pero para gobernar es preciso tener coraje" y "unir
esfuerzos" en torno a "actitudes valientes", señaló el gobernante, quien
ya la semana pasada había reconocido que las limitaciones del gasto no
son "populares hoy", aunque aseguró que lo serán "mañana", cuando "sea
entendido que son necesarias".
Según el Gobierno, ese límite del gasto detendrá el proceso
de aumento de la deuda pública en relación al Producto Interior Bruto
(PIB), lo que considera "indispensable" para recuperar el equilibrio
fiscal, que ha alcanzado niveles históricos en los últimos años.
Los datos oficiales dicen que entre 1997 y 2015 el gasto
público en Brasil creció a una media del 6 % por encima de la inflación
del año anterior, lo que el Ministerio de Hacienda ha calificado de
"insostenible".
El Gobierno argumenta que entre 2008 y 2015 ese proceso se
acentuó, con lo que el gasto aumentó hasta un 50 % respecto a la
inflación, y esa diferencia fue financiada con emisión de deuda, lo cual
impactó en las arcas públicas y en toda la actividad económica del
país, que está desde hace dos años en una profunda recesión.
En protesta contra la votación que se realizaba en el
Senado, diversos sindicatos y movimientos sociales convocaron a una
jornada de manifestaciones, que sólo tuvieron eco y muy baja intensidad
en siete de los 27 estados del país.
En Brasilia, la seguridad fue reforzada e incluso se
restringió el tránsito en torno al palacio legislativo, pero la
convocatoria fue casi ignorada y sólo unas pocas decenas de personas
protestaron por la aprobación del límite de los gastos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario