jueves, 1 de diciembre de 2016

¿Convienen bajos precios del petróleo?

LA HABANA.- El grueso de los países productores de crudo saludó el acuerdo adoptado esta semana en Viena por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de reducir su oferta, lo cual despertó optimismo en el mercado. 

De hecho, la medida de recortar en 1,2 millones de barriles su nivel extractivo diario tuvo repercusión favorable en la evolución de los precios, los cuales treparon más de cuatro dólares, tras conocerse la noticia.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se mostraron complacidos con el notable declive que experimentó la cotización del oro negro desde que el barril comenzó a disminuir a mediados de junio de 2014 hasta llegar a menos de 30 dólares en algunos momentos en 2015.

Consideraban ambas instituciones que el abaratamiento del petróleo sería una cura a la crisis económica global, particularmente si la caída de los precios se produce de forma demasiado drástica.

Sin embargo, recientemente esas instituciones se quejaban de la debilidad de los importes durante un tiempo tan prolongado, y abogaron por el alza de estos como un elemento que favorecería la reanimación económica global.

Analistas coinciden, entre los factores negativos derivados de la merma de las cotizaciones, en la inestabilidad geopolítica que esto provoca. Los Estados que más dependen de las ventas de hidrocarburos pueden empujar el sistema económico y político mundial al abismo de la recesión.

Por ejemplo, Iraq, Siria y Libia son países que se encuentran en una situación difícil debido a los conflictos generados por las agresiones sufridas y cuyas economías en mayor o en menor medida dependen de los precios del petróleo.

Cuanto más desciendan estos, menores serán los beneficios presupuestarios de esos Estados. En Nigeria la disminución de las cotizaciones podría ser la causa de una escalada de la violencia, especialmente en la región del delta del Níger.

Otros países con alta dependencia de las ventas del hidrocarburo como Venezuela, Ecuador, Colombia y México, en el caso de Latinoamérica, y los del continente africano, se han visto fuertemente golpeados por el extendido declive de los precios, que también dañó economías como la de Canadá.

Expertos concuerdan además en que actualmente es difícil predecir cómo evolucionará el precio del llamado oro negro a largo plazo. Lo anterior quiere decir que es difícil reconstruir la actividad de la economía mundial en un contexto de petróleo barato.

Esto último, además, no contribuye al mantenimiento de las necesarias inversiones en el sector con vistas a nuevos emprendimientos de exploración, pues resulta costoso y no rentable.

Se trata de una materia prima que mueve el transporte, la industria y la agricultura, es además la base de producción de plásticos y otros materiales fundamentales a partir de la petroquímica, por lo cual debe gozar de precios razonables para exportadores e importadores.

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