MADRID.- La ministra española de Empleo, Fátima Báñez, dijo el lunes que el
Gobierno estudiará la posibilidad de recuperar la hora del meridiano de
Greenwich que España abandonó durante la Segunda Guerra
Mundial, dentro de un
paquete de medidas a favor de la conciliación para racionalizar los
horarios de trabajo del país.
Pese a que por su situación geográfica España debería tener la hora
GMT, el dictador Francisco Franco cambió durante la Segunda Guerra
Mundial el huso horario de la Península al de la entonces Alemania nazi
(GMT + 1).
La idea de retrasar el reloj una hora y volver al mismo huso que
Portugal o Reino Unido está recogida en uno de los puntos del acuerdo de
investidura del Partido Popular con Ciudadanos y ya la avanzó hace unos
meses el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El PSOE también incluyó este proyecto en su propio pacto previo con
Ciudadanos, por lo que el consenso podría estar garantizado para sacar
adelante la medida en el fragmentado Congreso de los Diputados.
Los que defienden el regreso al huso horario GMT señalan que retrasar
las manecillas del reloj mejoraría la productividad y permitiría una
mejor conciliación entre trabajo y vida familiar, al aprovechar más
eficientemente las horas de sol.
Otros expertos advierten sin embargo de que para favorecer la
conciliación no basta con cambiar el huso horario sino toda una cultura
sobre la concepción del tiempo y sobre una forma de trabajar que premia
el "presentismo" en exceso.
Báñez vinculó el lunes durante una comparecencia parlamentaria el
cambio del huso horario con la búsqueda de un pacto nacional para la
conciliación familiar que permita acortar las a veces eternas jornadas
laborales españolas.
"Queremos que la jornada laboral acabe con carácter general a las
seis de la tarde, y para ello impulsaremos un pacto con representantes
de empresas y trabajadores", dijo la ministra, que también respaldó la
ampliación del permiso de paternidad de dos a cuatro semanas.
Entre otras prioridades de su departamento, Báñez abogó por la
creación de un fondo de capitalización individual para los trabajadores
al estilo de la conocida como "mochila austriaca", que se podría
utilizar en caso de despido o como complemento para la jubilación.
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