PEKÍN.- El Ministerio de Finanzas chino anunció hoy el establecimiento de un
impuesto adicional del 10 por ciento a la compra de vehículos de marcas
de superlujo, entre ellas Ferrari, Bentley, Aston Martin o Rolls Royce.
Según informó la institución en un comunicado, la nueva tasa se
aplicará a los vehículos con un coste superior a 1,3 millones de yuanes
(189.000 dólares) y está destinada tanto a reducir el consumo de lujo
como a rebajar las emisiones contaminantes.
China es uno de los principales mercados de los automóviles de gama alta.
La tasa se enmarca en la campaña de "frugalidad" y contra la
corrupción que el régimen comunista ha lanzado desde la llegada al poder
del presidente Xi Jinping, en 2013.
El impuesto entra en vigor hoy, el mismo día en el que el Partido
Comunista de China ha añadido nuevas regulaciones contra los "excesos"
que rodean a algunas autoridades, a las que ha aconsejado "viajar sin
lujo, minimizar su impacto en la vida pública y no tener vehículos que
excedan los estándares".
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