martes, 6 de diciembre de 2016

El BCE, dispuesto a apoyar de nuevo a la economía europea

FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE ) debería anunciar nuevas medidas de apoyo a la economía europea en su reunión del jueves, en un contexto de incertidumbre política marcada por el Brexit, la llegada de Donald Trump y la dimisión del primer ministro italiano, según los analistas.

El no del domingo a la reforma constitucional propuesta por Matteo Renzi tuvo menor impacto de lo esperado en los mercados pero prolonga la incertidumbre en Europa y podría llevar al BCE a mantener su programa de compra masiva de deuda.
"No hay más incertidumbre en los mercados pero sí incertidumbre política", asegura el economista del banco ING Diba, que recuerda que el crecimiento y la inflación siguen siendo lentos en los 19 países de la zona euro.
Las dudas sobre la capacidad de Italia de estimular su economía o el avance de partidos extremistas en varios países europeos estarán sobre la mesa en la reunión en Fráncfort de los gobernadores del BCE, la última del año.
"La incertidumbre geopolítica se ha convertido en la principal fuente de incertidumbre para los próximos meses", reconoció la semana pasada a los diputados europeos el presidente del BCE, Mario Draghi.
En las últimas semanas, las declaraciones de Trump sobre el comercio con China o las dudas sobre el proceso del Brexit han agitado los mercados y en 2017 habrá elecciones en Francia y Alemania, dos pesos pesados económicos y políticos en Europa.
"Todas estas incertidumbres servirán al BCE para extender su expansión cuantitativa", el programa para aumentar la oferta de dinero y comprar activos, en especial deuda pública, dijo Brzeski. "El referéndum en Italia es sólo una pequeña parte".
El programa masivo de medidas monetarias lanzado en marzo por el BCE ha llevado a la inflación en la zona euro a 0,6% en noviembre, su nivel más alto desde abril de 2014, pero todavía lejos de su objetivo de una inflación cercana al 2%.
Los responsables de los bancos centrales aseguran que los créditos baratos a los bancos, los tipos de interés en niveles históricamente bajos y las compras mensuales de 80.000 millones de euros de deuda soberana han estimulado el crecimiento y la inflación.
Pero el propio Draghi reconoció el mes pasado que este crecimiento tiene sus límites y es "sumamente dependiente" del BCE.
Los analistas creen poco probable que la institución de Fráncfort reduzca su programa de compra masiva porque "los mercados de deuda están nerviosos", asegura Brzeski.
Por ello, además de extender su programa de compra, el BCE podría flexibilizar las normas que él mismo se impone sobre la deuda que puede comprar.
Por el momento el BCE no puede comprar más del 33% de la deuda de un mismo emisor, no puede comprar deuda con intereses inferiores al que los bancos pagan en sus depósitos (-0,4%) y está obligado a comprar deuda de un país proporcionalmente a su PIB dentro de la zona euro.
Cambiar alguna de estas restricciones permitiría a la institución comprar más deuda de países periféricos, algo que no gusta en Alemania, que considera que la medida retrasa reformas económicas clave en algunos países de la zona euro.

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