LISBOA.- El expresidente portugués Mário Soares, ingresado desde anteayer en cuidados
intensivos en un hospital de Lisboa, se mantiene "estable" dentro de su
estado "crítico" y continúa inconsciente. La situación del socialista
Soares "es crítica, en este momento estable", y su estado "no sufrió
ningún agravamiento en las últimas horas", dijo a la prensa un portavoz
del Hospital de la Cruz Roja de la capital portuguesa. Allí se encuentra
ingresado desde la madrugada del martes el expresidente, de 92 años, en
situación "crítica" y "con pronóstico reservado".
Este nuevo parte médico se une al divulgado a otro, en el
que se indicaba que durante la noche del martes Soares no mostró una “alteración
significativa de las señales vitales”, pero sí una “discreta mejoría” en
tanto que, estando inconsciente, “reacciona a los estímulos”.
El expresidente fue visitado por su antiguo oponente
político, el conservador Diego Freitas do Amaral, quien, emocionado,
recordó el buen trato que le dispensó siempre Soares, especialmente en
los años posteriores a la Revolución de los Claveles (1974).
“Cuando tantas otras personas más cercanas me evitaban y algunas me
llamaban fascista, él creyó siempre en mí y eso es algo que nunca
olvidé, a pesar de que hemos tenido nuestras diferencias y hasta una
confrontación electoral, pero la amistad está por encima de eso”, dijo a
su salida del centro médico.
Mário Soares, presidente de Portugal entre 1986 y 1996, está
considerado como una de las figuras políticas portuguesas más
importantes de los últimos 40 años por su participación decisiva en la
transición a la democracia cuando la Revolución de los Claveles puso fin
a la dictadura portuguesa (1926-1974).
El también fundador del Partido Socialista (PS) se ha mantenido
activo hasta ahora pese a lo avanzado de su edad y en los últimos años
ha continuado trabajando en la Fundación que lleva su nombre, además de
publicar libros y artículos sobre la situación de Portugal.
Antiguo líder del PS, Soares fue además primer ministro de Portugal
en dos fases (1976-1978 y 1983-85) y presidente portugués en un periodo
en el que se produjo la entrada del país en la Unión Europea.
Desde la muerte de su esposa Maria Barroso en julio de 2015, sus
apariciones en público disminuyeron y dejó de escribir una columna que
mantenía en un diario portugués.
Su última aparición pública fue precisamente en un homenaje a su mujer el pasado 28 de septiembre.
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