domingo, 4 de diciembre de 2016

El Gobierno de Tokio estudia reducir costos de los Juegos Olímpicos en Japón

TOKIO.- El gobierno de Tokio estudia hoy cómo reducir los costos de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, mientras crecen las dudas sobre las implicaciones negativas que esos gastos tendrán para la economía y la sociedad japonesa.

Ahora la polémica en la opinión pública también se aviva tras conocerse las intenciones de la gobernadora Yuriko Koike de usar en los recintos de competencias aire acondicionado geotérmico, caro de instalar pero con bajos costes de mantenimiento.

Al respecto, Koike indicó que se necesita diferenciar entre costo e inversión para el futuro.

Afirmó que es imposible instalar sistemas de calefacción y aire acondicionado geotérmicos con posterioridad.

La gobernadora también habló en un simposio sobre los Juegos Olímpicos de Tokio y el medioambiente.

Según la cadena estatal NHK, se mostró confiada en que el precio de las Olimpiadas se reduzca, pues se presentaron varias propuestas sobre la revisión de los lugares de competición.

No obstante, reconoció que algunas personas muestran incredulidad ante la estimación original.

En tanto, las dudas en los expertos sobre las consecuencias no tan buenas que los gastos finales tendrán para la economía, y por tanto, para la sociedad de Japón, son cada vez mayores, sobre todo, en el momento actual, definido como de crecimiento negativo.

Durante la última década, según los reportes oficiales, las recesiones son recurrentes, con caídas del producto interno bruto japonés para todo 2009 y 2011.

Y el año pasado las cifras del crecimiento económico tampoco resultaron ser muy alentadoras (un 0,2 por ciento).

Afirman los especialistas que Tokio, como primera clave del análisis, sigue presentando un problema crónico de estancamiento que dura ya desde la década de 1990.

Si bien se espera un repunte del 1,4 por ciento para 2016, la economía nipona crecerá solamente tres décimas en 2017, según los últimos datos publicados por el Bank of Japan (BOJ).

En ese contexto, la opinión pública levanta cada vez más la polémica en torno al gasto para las Olimpiadas, que aunque casi siempre suponen una fuente importante de ingresos para el país sede, no está claro que sea del todo sostenible para Japón, a menos que la cuestionada actual política económica del primer ministro Shinzo Abe escape finalmente del denominado binomio maldito recesión-deflación.

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