TEHERÁN.- El acuerdo de reducción
de producción petrolera alcanzado el miércoles por los países de la Opep
coloca como ganador a Irán, autorizado a un aumento de exportaciones, y
mientras que su rival Arabia Saudita debe recortar su producción.
"Victoria
petrolera de Irán en la Opep", "Fracaso de la diplomacia petrolera de
Riad", tituló la prensa iraní luego del acuerdo que contempla una
reducción conjunta de la oferta de la Opep, equivalente a 1,2 millones
de barriles diarios.
Para alcanzar esa meta todos los países del cartel deben reducir su producción, excepto Irán, Nigeria y Libia.
"Hace
apenas nueve meses la Opep quería que Irán congelara su producción en
3,6 millones de barriles diarios, pero finalmente [se aceptó] un nivel
de 3.9 millones de barriles diarios", dijo el diario gubernamental iraní
y agregó que incluso ese país fue autorizado a aumentar 90.000 barriles
diarios durante el primer semestre de 2017.
El Irán
chiita y su rival Saudita sunita --que debe cortar su producción en
medio millón de barriles diarios-- son los principales países de la
Opep, que compiten por el liderazgo en el mundo islámico, carecen de
relaciones diplomáticas desde enero y apoyan bandos enfrentados en dos
de los conflictos bélicos que desgarran la región: Siria y Yemen.
Estos
últimos años ambos países también se enfrentaron acerca de sus partes
del mercado petrolero lo que hizo dudar a lo largo de todo 2016 --y
demoró-- un acuerdo de reducción en los niveles de bombeo en un mercado
saturado y con precios por los suelos.
Irán, que dispone
de la cuarta reserva petrolera mundial, rehusaba congelar su producción
para poder alcanzar el nivel previo a las sanciones internacionales
--levantadas parcialmente a comienzos de año-- por su plan nuclear.
Teherán
también exigía a Riad que reduzca su producción argumentando que el
reino saudita había aprovechado las sanciones contra Irán para expandir
sus exportaciones de crudo.
Irán viene aumentando
progresivamente su bombeo de hidrocarburos desde el acuerdo nuclear y en
octubre su producción llegó a 3,76 millones de barriles diarios y las
exportaciones a 2,8.
"La
actitud de Arabia Saudita estuvo guiada por sus problemas económicos
internos. Nadie quería cooperar con Irán, pero la situación económica
del país seguía degradándose", dijo una fuente del sector
petrolero en Riad.
"La baja (acordada) de la producción
saudita es pequeña respecto del actual nivel de producción, muy elevado.
Si el acuerdo permite hacer subir los precios, eso beneficiará al
Reino", agregó la fuente bajo condición de anonimato.
Arabia
Saudita, el primer exportador mundial, ha sido golpeado muy duro por el
desplome de los precios a menos de 50 dólares el barril. Con una
economía muy dependientes del crudo, el reino previó para este año un
déficit presupuestario de 87.000 millones de dólares.
Según
cifras oficiales, Riad ha perdido desde fines de 2014 170.0000 millones
de dólares en reservas, equivalentes a una cuarta parte. Ahora esos
stocks se ubican en 562.000 millones de dólares.
"No hay
perdedores. Todos (los exportadores) han ganado de 3 a 4 dólares por
barril en las últimas 24 horas" ya que los precios han subido casi 10%
desde que se anunciaron los acuerdos, dijo por su lado el experto
kuwaití Kamel Al Harami.
"Arabia Saudita y sus
asociados en el Golfo --Emiratos Árabes Unidos y Kuwait-- habían
incrementado su producción en tres millones de barriles diarios cuando Irán
estaba bajo las sanciones. La reducción de producción no es una gran
pérdida".
El presidente iraní Hassan Rohani, en
declaraciones a la televisión estatal la noche del jueves, apuntó contra
Raid. "Hace dos años fue fomentado un gran complot (para hacer bajar
los precios) y poner en problemas" a Irán, que en la época llevaba
adelante difíciles negociaciones con Occidente debido a su programa
nuclear.
Pero el "complot" según él fracasó ya que
"Arabia Saudita tuvo que gastar este año 100.000 millones de dólares de
sus reservas en divisas (...) mientras que Irán aumentó sus reservas".
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