BRUSELAS.- Los atentados terroristas de París y Bruselas le costaron a
la economía belga 2.400 millones de euros en el último año, un 0,57% de
su PIB, e hicieron que se creasen hasta 9.500 puestos de trabajo menos,
según un informe publicado hoy por la Federación de Empresas de Bélgica.
"Sin estos atentados la economía belga habría registrado un crecimiento
cercano al 2% en 2016, en lugar del 1,3% o 1,4% que se prevén hoy",
dijo en un comunicado Edward Roosens, economista jefe de la
organización.
La Federación de Empresas de Bélgica, que representa a más
de 5.000 compañías del país, presentó hoy su análisis sobre el impacto
económico de los atentados entre noviembre de 2015 y mismo mes de este
año en los sectores más afectados: el de turismo y hostelería, comercio,
eventos y transporte aéreo.
La organización calcula que el crecimiento en el sector
privado se ralentizó entre un 0,26% y un 0,32%, de forma que en 2016 se
crearon entre 8.000 y 9.500 empleos menos de lo previsto. Esto se suma a
los 2.300 trabajadores que fueron retirados de su puesto de forma
temporal por falta de volumen trabajo en la empresa, lo que en Bélgica
se define como "paro económico".
La bajada de la actividad repercutió también sobre las
finanzas públicas, ya que al gasto en seguridad, reparación de
infraestructuras e indemnizaciones, que ascendió a 240 millones de euros
en 2015 y 722 millones en 2016, se sumó un aumento de los gastos por
prestaciones sociales y una bajada de los ingresos por impuestos.
Impacto de 2.300 millones de euros
En total, el impacto para el fisco belga fue de 2.300
millones de euros, un 0,55% del PIB nacional, lo que hizo que el déficit
del país ronde hoy el 3% del PIB en lugar del 2,5% que se estimaba
antes de los ataques.
Por sectores, el más afectado fue el de la hostelería y
restauración, con una caída del 20% en las pernoctaciones tanto por
turismo como por negocios lo que provocó unas pérdida de valor añadido
de 800 millones de euros (0,21% del PIB). Le sigue el comercio, con una
caída de 450 millones de euros (0,12% del PIB) fruto de los menores
ingresos y de la falta de confianza y seguridad, que ha llevado a
preferir las compras en línea a las zonas comerciales tradicionales, lo
que ha tenido un ligero impacto positivo (0,04% del PIB) para las
empresas de venta por Internet.
Las compañías dedicadas a la organización de eventos, que
tuvieron que anular congresos, conciertos u otras representaciones por
el aumento del nivel de alerta de seguridad, sufrieron una pérdida del
10% de sus visitantes y de 300 millones en valor añadido. El transporte
aéreo también sufrió, especialmente después del atentado en el
aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem, aunque en menor medida,
con pérdidas de 25 millones de euros.
Los atentados de noviembre de 2015 en París llevaron a
Bruselas a declarar el máximo nivel de alerta y decretar durante varios
días el cierre de comercios y otros servicios, en tanto que los ataques
en el metro y el aeropuerto de la capital belga en marzo de 2016
provocaron también un notable incremento de las medidas de seguridad.
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