SEÚL.- La capital de Corea del Sur, Seúl, ha sido escenario este
sábado otra vez de una multitudinaria protesta contra la presidenta del
país, Park Geun-hye, si bien en esta ocasión el motivo que les ha
reunido será exigir al Tribunal Constitucional la destitución efectiva
de la mandataria.
Sin embargo, y horas antes de mostrar su enojo, varios
partidarios de la presidenta también se han reunido para pedir su
reincorporación a la rutina política del país. Así, los ciudadanos
fieles a Park volvieron a juntarse por el centro de Seúl como ya habían
hecho a mediados de noviembre.
La manifestación contra Park se ha efectuado por octavo fin
de semana consecutivo, aunque tan solo la segunda desde que el
Parlamento coreano aprobase someter a Park a un juicio político que
terminará en destitución si el Constitucional así lo considera en los
próximos 180 días.
Además, ha sido la primera en realizarse desde que el equipo
legal de Park entregara en una respuesta por escrito al alto tribunal
su reacción a las acusaciones formuladas en su contra, negando todos los
cargos presentados contra ella.
Su defensa ha tratado de refutar, en un documento de 24
páginas, todos los cargos citados contra la mandataria en la moción de
censura aprobada la semana pasada en el Parlamento nacional, y en la que
los letrados afirman que no hay motivo para destituirla de su cargo.
A muchos opositores les enfadó que los abogados de Park
alegaran que tal juicio político no tenía bases legales. "Esta es mi
primera vez aquí, pero cuando oí su opinión contra la acusación
presentada ante el Constitucional... desapareció cualquier pena que yo
hubiera sentido antes por ella", dijo Roh Yi-young, un manifestante de
55 años.
Sus homólogos, convocados por un total de 1.500 organismos
de la sociedad civil, habían previsto avanzar hasta ubicarse a unos 100
metros del Constitucional. Las últimas protestas de este tipo llegaron a
congregar hasta 1,7 millones de personas. Además, además, que se
celebre una manifestación convocada por grupos cívicos conservadores
para mostrar su rechazo al 'impeachment' de Park.
Después de que la semana pasada aprobara la Asamblea
Nacional el proceso de destitución de la presidenta, envuelta en un
polémico caso de corrupción desde que fue detenida una de sus
confidentes y amiga, el alto tribunal deberá debatir y en no más de 180
días tomar una decisión sobre su destitución. La legislatura ha
presentado un total de 13 cargos contra Park: cinco violaciones a la
Constitución y ocho delitos legales.
El partido conservador se enfrenta a su peor crisis tras
salir a la luz la trama, que señala a la presidenta de permitir a su
confidente interferir en asuntos del Estado −a pesar de que ésta no
tenía ningún cargo dentro del Gobierno− para beneficiar a dos ONG de su
propiedad, caso que también ha salpicado a los ejecutivos de varios de
los conglomerados más importantes del país, entre ellos Samsung o
Hyundai.
Pese a haberse disculpado públicamente ante el pueblo, el
índice de aprobación de Park cayó a un mínimo histórico del 4 por
ciento, según la compañía local de sondeos Gallup Korea.
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