GINEBRA.- El Foro Económico Mundial de Davos (este de Suiza) se iniciará este miércoles con la presencia de dignatarios de cuarenta países y de lo más selecto del mundo de los negocios, que intentarán comprender los mayores desafíos actuales y plantear cómo superarlos.
Durante cuatro días, esta estación de esquí acogerá a 2.500
participantes de más de cien países, de los que 300 son figuras públicas
del más alto nivel y 1.500 son líderes de corporaciones de 25
industrias y sectores.
Gran parte de los asistentes son contribuyentes a los debates,
panelistas o moderadores, en una suerte de gran familia creada alrededor
del principio de reunir a quienes tienen poder de decisión con
generadores de ideas, formadores de opinión y líderes de causas
sociales.
Aunque las preocupaciones geopolíticas seguirán ocupando un espacio
preponderante durante los cuatro días de discusiones, la economía
mundial y sus perspectivas se erigirán como uno de los tópicos centrales
a lo largo de los cuatro días de reuniones.
Con una proyección de crecimiento económico global menor al 4 por
ciento, los expertos abordarán las maneras de conseguir un crecimiento
sostenible e inclusivo en un entorno inapropiado.
La baja inflación, el hundimiento del precio del petróleo y la
disminución de la cotización de las materias primas han surgido como
condiciones poco propicias para el crecimiento en general.
En esos debates participarán, entre otros, los presidentes del Banco
Central Europeo, Mario Draghi, del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y la
responsable del Fondo Económico Mundial, Christine Lagarde, además de
los gobernadores de los bancos centrales de Inglaterra, Francia, Japón,
México, entre otros.
Se analizará, asimismo, como el acuerdo internacional sobre el clima
alcanzado recientemente en París ofrece una lección de que otros
desafíos mundiales pueden superarse con nuevos modelos de cooperación
público-privados.
La crisis de refugiados en Europa y la expansión del terrorismo serán
parte del menú de Davos, donde se intentará prever el impacto que estos
fenómenos tendrán en la economía.
Así, el reto que impone el Foro de Davos cada año a sus participantes
es analizar las principales tendencias mundiales de manera integral y
con una mirada orientada al futuro para intentar anticiparse a lo que
ocurrirá, un ejercicio en el que no ha tenido mucho éxito en los últimos
años.
China será otro de los temas que concitarán más interés, ya que a la
disminución de su ritmo de crecimiento (alrededor del 7 por ciento del
PIB actualmente) y a la consiguiente caída de la demanda de materias
primas se atribuyen en parte los males de muchos países exportadores de
las mismas.
Otros países emergentes se presentarán con perfil bajo, como Brasil y
Rusia, que se encuentran en recesión, y cuyas perspectivas intentarán
ser aclaradas.