BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la
UE han logrado un acuerdo a 28, que a continuación esperan aprobar de
manera oficial con Turquía, para poder deportar hacia este país a los refugiados e inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia a partir de este domingo, indicaron hoy fuentes comunitarias.
Los
Veintiocho aceptan así una propuesta pactada por los negociadores de la
UE y Turquía en la que, para cumplir con la legalidad internacional, se
hace una referencia expresa a que las demandas de asilo
se estudiarán de forma individualizada y que no habrá deportaciones colectivas, una cuestión en la que había insistido España.
"Se
ha aprobado el acuerdo con Turquía, todos los inmigrantes irregulares
que lleguen a Grecia desde Turquía a partir del 20.03", ha anunciado a
través de las redes sociales el primer ministro de República Checa,
Bohuslav Sobotka.
El texto asegura un "trato individual" de cada
demanda de asilo presentada en territorio heleno y una referencia
"expresa" a que no habrá ni "expulsiones colectivas", ni devoluciones en caliente, según han informado a Europa Press fuentes europeas.
Para
compensar el esfuerzo de retorno, la Unión Europea pondrá en marcha un
plan para trasladar a suelo comunitario a tantos refugiados sirios desde
Turquía como demandantes de asilo de esta nacionalidad sean deportados.
Para
ello, los Estados miembros prevén hacer uso de un máximo de 72.000
plazas comprometidas en programas de reubicación europeos, por lo que el
texto advierte de que si se excede ese techo, entonces el sistema "uno
por uno" será "suspendido".
El objetivo es presionar a Turquía
para asegurar que refuerza el control de su frontera y contiene el paso
de inmigrantes hasta reducirlo "a cero o casi cero", según admiten funcionarios europeos.
Los líderes europeos han dado su visto bueno a la propuesta de acuerdo redactada por el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk,
tras negociaciones en paralelo con los Estados miembros y con
Davutoglu. Está previsto que los Veintiocho y Davutoglu se reúnan a
partir de las 16:00 horas para formalizar el pacto.
Pese a las
dudas iniciales sobre la conveniencia de fijar una fecha para la entrada
en vigor del programa de deportaciones, por temor a crear un efecto
llamada o a precipitar un modelo ineficaz, finalmente los líderes han
acordado que todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia "a partir del 20 de marzo serán retornados a Turquía.
A
cambio, la Unión Europea se compromete a reactivar las negociaciones de
adhesión, incluido con la apertura del capítulo sobre cuestiones de
presupuesto (número 33) antes de que concluya la presidencia holandesa
de la UE, es decir, el 30 de junio de este año a más tardar.
Se
concede así un gesto a Ankara que no cumple, sin embargo, con las
aspiraciones iniciales de activar cinco capítulos, incluidos varios de
los que bloquea Chipre por la negativa de Turquía a reconocerlo como
país.
También se
recalca el compromiso europeo de acompañar financieramente a Turquía en
la asistencia a los refugiados y dejar la puerta abierta a sumar 3.000
millones de euros adicionales a la ayuda, siempre que se agoten de manera efectiva los 3.000 millones prometidos inicialmente.
Los
europeos son conscientes del malestar de Ankara por la "lentitud" con
la que se está desembolsando la ayuda --se han liberado 95 de los 3.000
millones de euros--, por lo que el acuerdo recoge el objetivo de definir
en el plazo de una semana una lista de proyectos en áreas como la
educación y sanidad para recibir la financiación.
En cuanto a la
liberalización de visados para los turistas turcos, el acuerdo sigue la
línea marcada en las negociaciones de las últimas semanas en cuanto al
compromiso de avanzar hacia el fin de esta exigencia de aquí a junio.
Los 28, en cualquier caso, dejan claro que la 'hoja de ruta' no se alterará en cuanto a que el Gobierno turco deberá cumplir los 72 criterios establecidos.
La
UE y Turquía precisan que todos los inmigrantes irregulares que lleguen
a las islas griegas serán debidamente registrados y sus solicitudes de
asilo procesadas "de forma individual" por las
autoridades helenas, de acuerdo con la directiva europea de asilo y en
cooperación con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR).
Esta directiva permite aplicar un proceso acelerado para
derivar a todos los solicitantes de asilo que hayan llegado a la UE
desde un país tercero seguro hacia ese país, en este caso Turquía, por
lo que en la práctica el sistema permitiría evitar que sigan
acumulándose casos en Grecia en espera de su tramitación.
Todos aquellos inmigrantes que no deseen pedir asilo o que no cumplan los requisitos para recibirlo tendrán que ser deportados.
Turquía
y Grecia, asistidas por las instituciones y agencias de la UE, tomarán
las medidas necesarias para asegurarse de que el sistema funcione en la
práctica.
La UE se compromete a cubrir los costes de las operaciones de retorno.
El acuerdo incluye el llamado mecanismo "uno por uno", por
el cual por cada sirio devuelto a Turquía, la UE se compromete a
aceptar por vías legales a otro sirio desde este país, e indica que este
proceso se llevará a cabo de acuerdo con los criterios de
vulnerabilidad de la ONU, según los cuales se dará prioridad en la su
salida del territorio turco a las personas más débiles como mujeres y
niños.
Se dará prioridad a todos los inmigrantes que no hayan entrado previamente o intentado entrar en la UE.