Hacía más de un mes (el 11 de marzo) que el Ibex 35 no experimentaba
una subida en una sola jornada superior al 3%. Este año es la cuarta
sesión en la que sube con tanto ímpetu el índice bursátil español más
representativo de la renta variable. El año está siendo muy volátil en
los mercados y las subidas y bajadas se prodigan con cierta frecuencia.
Tras el fuerte rebote de este miércoles (cuarta subida diaria
consecutiva), el Ibex ha reducido sus pérdidas acumuladas en lo que va
de año a un 7,5%. Por lo tanto, el año bursátil sigue bajo mínimos, no
encuentra suficientes motivos alcistas, sobre todo porque los bancos
viven bajo el duro imperio de los tipos cero o negativos, un entorno en
el que resulta bastante difícil ganar dinero.
La reacción de las Bolsa ha venido de la mano de dos cuestiones
principales, según los analistas del mercado. De un lado, la
recuperación de los precios de las materias oprimas y en particular del
petróleo durante las últimas semanas. El precio del crudo está en
máximos anuales, lo que no es mucho decir dado que este año partía de
niveles de precio muy bajos. La segunda motivación alcista de las Bolsa
ha sido el anuncio de unas potentes cifras de exportación en China, muy
por encima de las previsiones que se manejaban, lo que ha desmentido en
parte las argumentaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que
esta misma semana daba pocas opciones al dinamismo de la economía global
precisamente a causa de la débil expansión de la economía china.
La positiva reacción china, que estaría anticipando un nivel de
actividad industrial mayor del que se contemplaba, puede tener efectos
positivos en cadena, ya que el crecimiento de sus exportaciones puede
dar fuerza a los precios de las materias primas, dado que este país es
uno de los mayores demandantes de estos productos básicos. En cuanto al
precio del petróleo, ya por encima de los 40 dólares, sus expectativas
más positivas se han producido como consecuencia de la inminente reunión
que van a celebrar en los próximos días algunos de los principales
exportadores de crudo, en especial Arabia Saudí y Rusia. Estas dos
potencias del petróleo pueden haber llegado a un acuerdo de limitación
de la producción o de descenso de la misma para evitar la guerra que
vienen desempeñando en los mercados mundiales de materias primas.
La presencia reforzada de Irán, una vez levantadas las sanciones,
puede restar importancia a este acuerdo de limitación productiva ya que
Irán puede añadir bastante crudo al mercado, pero de momento ha tenido
un impacto sobre los precios que anticiparía una contención de la oferta
mundial de crudo. La agresiva política petrolera de Estados Unidos,
mediante sus nuevas fuentes de producción de crudo no convencional,
parece haber perdido fuerza en los últimos meses y ello ha vuelto a
poner sobre el tapete la cuestión del grado de dependencia petrolera de
este país frente al exterior, con el inevitable corolario de un nuevo
equilibrio de precios. Estados Unidos puede además aumentar su demanda
de crudo en los mercados por efecto de su crecimiento económico, ya que
se mantiene como una de las economías más dinámicas del mundo.
Todos estos factores han sembrado una cierta psicosis de recuperación
en algunas de las economías, en particular las emergentes, que habían
caído con fuerza en los últimos meses, lastrando el crecimiento
económico mundial. El asunto dista mucho de los mensajes pesimistas que
estos días ha distribuido desde su sede el Fondo Monetario
Internacional. Pero las Bolsas creen tener motivos para ver las cosas de
otro modo.
(*) Periodista y economista español
http://www.republica.com/retablos-financieros/2016/04/13/las-bolsas-desmienten-al-fmi/