viernes, 17 de junio de 2016

'Médicos sin Fronteras' renuncia a la aportación de la Unión Europea por su política con los refugiados


PARÍS.- La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha renunciado a los fondos que aportan la Unión Europea y sus países miembros a la organización en protesta por la “dañina política migratoria” que han puesto en marcha, en referencia al acuerdo alcanzado con Turquía, y que, considera, está “basada en la disuasión y en alejar lo máximo posible de sus costas a quienes huyen de la guerra y el sufrimiento”. 


Desde Bruselas han restado importancia a este gesto y han destacado que esta organización recibió en 2015 solo un 1% del presupuesto para ayuda humanitaria.

MSF recuerda que “miles de personas vulnerables han sido abandonadas a su suerte sin importar el coste humano”, tras la entrada en vigor hace tres meses del acuerdo con Turquía para impedir la llegada de más inmigrantes.

Entre esos afectados, señala, hay más de 8.000 personas, entre ellas cientos de menores no acompañados, “atrapadas en las islas griegas, donde han estado viviendo en condiciones extremas, en campos superpoblados, a veces durante meses”.

La mayoría de estas familias han huido de la guerra en Siria, Irak y Afganistán, explica la organización, que especifica que su decisión de renunciar a los fondos “es de efecto inmediato y se aplica a los proyectos de MSF de todo el mundo”.

Para el secretario general internacional de la ONG, Jérôme Oberreit, el pacto entre la UE y Turquía “pone en peligro el mismo concepto de ‘refugiado’ y la protección que este ofrece a las personas en peligro”.

“MSF lleva meses denunciando la vergonzosa respuesta europea, centrada en disuadir a estas personas en lugar de proporcionarles la asistencia y la protección que necesitan”, dice en la nota Oberreit.

La organización protesta por la reciente propuesta de Bruselas “para replicar la lógica del acuerdo con Turquía en más de 16 países de África y Oriente Próximo”, consistente en imponer restricciones en los convenios de comercio y ayuda al desarrollo a los países que no frenen la migración hacia Europa o no faciliten los retornos forzosos.

Entre los Estados implicados en estas negociaciones estarían, según MSF, Somalia, Eritrea, Sudán y Afganistán, que son cuatro de los diez principales países de origen de refugiados y solicitantes de asilo.

“El acuerdo UE-Turquía sienta un peligroso precedente para otros países que acogen a refugiados y envía el mensaje de que atender a quienes se han visto obligados a abandonar sus hogares es opcional y de que el asilo se puede negociar”, denuncia el comunicado.

Además, alerta del “efecto dominó” que se genera, a su juicio, con el progresivo cierre de las fronteras hacia el este, hasta Siria, lo que hace que la gente “tenga cada vez menos lugares a los que huir”.

La Comisión Europea ha tomado nota de la renuncia de MSF, pero ha minimizado el impacto de la medida al asegurar que “sólo un 1% del presupuesto” de ayuda humanitaria de la UE se asignó a esta ONG el pasado año.

Médicos Sin Fronteras no es uno de los socios que utilizan la ayuda de la UE en Turquía ni presentó solicitud alguna para ello, por eso la decisión no compromete ninguna ayuda necesaria para salvar vidas”, ha asegurado el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

Según Schinas, la ONG ha informado a Bruselas de los detalles de la medida y de que “la suspensión no tendrá ningún impacto” en otros proyectos europeos desarrollados “en otras partes del mundo”.

Además, el portavoz ha asegurado que la organización recibió el pasado año 15 de los 1.500 millones de euros del presupuesto comunitario destinado a la ayuda humanitaria, lo que equivale a “sólo un 1% del total”.

“La ayuda humanitaria de la Unión Europea, también en el caso de Turquía, se asigna únicamente en base a las necesidades y se centra en los más vulnerables”, ha apuntado el portavoz, antes de señalar que entre los socios humanitarios con financiación de la UE en Turquía no está MSF.

Pese a las críticas, el Ejecutivo comunitario defiende la legalidad del acuerdo negociado con Ankara para poner freno al paso incontrolado de inmigrantes a la UE desde Turquía, que incluye medidas como la expulsión de todas las personas que lleguen de manera irregular a Grecia, incluidos los refugiados sirios.