PARÍS.- Las primeras consecuencias
concretas de la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea
comenzaban a cristalizarse este miércoles, lastrando las bolsas europeas
y la libra, frente a valores refugio como el oro.
"El Brexit ha
generado una nueva ola de nerviosismo", con una "nueva caída
significativa de los mercados de acciones europeas", mientras que el oro
marca nuevos récords y que las tasas de préstamos para los Estados "se
hunden a mínimos", resume la corredora Aurel BGC.
La libra
esterlina cayó por debajo del umbral simbólico de los 1,30 dólares este
miércoles, cotizando a 1,2798 dólares hacia las 02:00 GMT, su nivel más
bajo desde mitad de 1985.
Tras una jornada en rojo, las bolsas
europeas cerraron en pérdidas. Londres cayó un 1,25% y el índice
FTSE-100 cerró en 6.463,59 unidades.
En París, el CAC 40 también
sintió el efecto negativo y terminó con pérdidas del 1,88%, en 4.085,30
puntos, una tendencia que se repitió en Fráncfort, donde el Dax cayó un
1,67% y cerró en 9.373,26 unidades.
En Milán, el FTSE Mib cedió
2,26% y cerró en 15.424 unidades y en Madrid, el IBEX 35 perdió un 1,75%
y cerró en 7.926,20 unidades.
También este miércoles la firma
financiera Canada Life se convirtió en la sexta en suspender sus
operaciones para frenar la retirada de capitales por el Brexit.
"La
aversión al riesgo emerge con temores de que haya un contagio del
riesgo del sector inmobiliario británicos al conjunto del sector
financiero europeo y por las incertidumbre sobre los bancos italianos",
destacaron los expertos de Crédit-Mutuel CIC.
El crecimiento del
sector servicios, preponderante en Reino Unido, se ralentizó con fuerza
en junio, según los datos compilados antes y después del histórico
referendo del 23 de junio.
Y Mark Carney, el gobernador del Banco
de Inglaterra, incitó el martes a los bancos a conceder créditos con
más generosidad para evitarle al país una posible recesión.
En un
primer momento, los mercados financieros parecían haber encajado bien el
impacto del referéndum, en el que esperaban otro resultado. Pero ahora,
empiezan a aparecer las fisuras.
"Los mercados se recuperaron muy
rápido y con demasiada fuerza" de la caída que hubo tras los resultados
del referéndum, entonces "es lógico" que vuelvan a sacudirse frente a
"incógnitas mayores", destacó Michaël Jacoby, responsable para Europa
continental de Oddo Securities.
Ante
las pérdidas en bolsa, los inversores buscan frenéticamente valores
seguros, como el yen o los bonos japoneses, estadounidenses o alemanes,
lo que mecánicamente provoca una caída de los intereses de estos títulos
tan demandados.
"El término es fuerte, pero corresponde
exactamente a lo que está sucediendo con los rendimientos de los bonos
soberanos: una carnicería", destaca John Plassard, director adjunto de
la casa de corretaje Mirabaud securities.
El rendimiento del bono
más codiciado, el alemán a diez años, cayó en territorio negativo a
niveles inéditos, a -0,205%, lo que significa que los compradores pagan
por ese valor en lugar de cobrar intereses.
El oro, otro valor refugio, seguía revalorizándose en Londres, a 1.375,45
dólares la onza hacia las 10H30 GMT, su nivel más alto desde marzo de
2014. Hacia las 16:00 GMT, operaba a 1.366,25 dólares.
Más allá del Brexit hay otro elemento que está dando dolores de cabeza: los bancos italianos.
En
los últimos días, las entidades de la península han acusado fuertes
caídas en la Bolsa de Milán y los inversores se preguntan si no
desencadenarán una nueva crisis financiera en la zona euro. Máxime
cuando parece haber desacuerdos profundos entre el primer ministro
italiano, Matteo Renzi, y sus socios europeos sobre la forma de
ayudarlos.
Según Michael Hewson, un analista de CMC Markets, se está observando "un cóctel envenenado, que podría poner de
rodillas el sistema bancario europeo. Y de momento, parece que los
políticos no tienen la menor idea de cómo pueden solucionar el
problema".