LONDRES.- El Banco de Inglaterra (BoE)
podría recortar el jueves su tasa de referencia a un nuevo mínimo
histórico del 0,25%, para respaldar a la economía amenazada por el
impacto del Brexit, según analistas e inversores.
La casi
totalidad de los inversores y una gran mayoría de los analistas prevén
que el BoE recorte en 0,25 puntos porcentuales la tasa, que desde marzo
de 2009 se halla en un 0,50%.
En 2009, la decisión buscaba sacar a
la economía de la recesión en que la había sumido la crisis financiera
internacional. Si el jueves se cumplen las predicciones, se propondría
evitar una recaída.
Los británicos se pronunciaron en el
referéndum del 23 de junio a favor de la salida de su país de la Unión
Europea (UE). El resultado tomó por sorpresa a la mayoría de los
observadores y creó una gran incertidumbre sobre las consecuencias del
proceso de separación, que podría llevar por lo menos dos años.
Varios
indicadores -como la caída vertiginosa de los índices 'PMI' en los
servicios y el frenazo del mercado inmobiliario- confirmaron en las
últimas semanas los temores de una ralentización de la actividad o
incluso de una nueva recesión.
El gobernador del BoE, Mark Carney,
multiplicó en los días siguientes al referéndum sus intervenciones
televisivas, para asegurar que la institución haría todo lo que fuera
necesario para estabilizar el sistema financiero.
La posibilidad
de un derrumbe de los mercados parece haberse alejado, a pesar de la
depreciación de la libra esterlina, pero el BoE deberá infundir
seguridad sobre las perspectivas de crecimiento económico.
La
primera reunión del Comité de Política Monetaria (CPM) del BoE posterior
al Brexit, en el mes de julio, dejó las tasas sin cambios por estimar
que los datos económicos disponibles en ese momento eran aún
insuficientes para tomar medidas al respecto.
Pero uno de sus
miembros, Martin Weale, que anteriormente había defendido la prudencia,
cambió de opinión tras la publicación, el 22 de julio, de un desastroso
índice compuesto de gestores de compras PMI, que cayó a su nivel más
bajo desde abril de 2009.
El economista jefe del BoE, Andrew
Haldane, respondió con una alegoría a quienes presentan aún objeciones a
un recorte de las tasas, una medida que suele adoptarse para incentivar
el crédito, aunque conlleve riesgos de inflación: "prefiero correr el
riesgo de aplastar una nuez con una maza en vez de tratar de hacer un
túnel con un pico de miniatura", declaró a mediados de julio.
La
presión sobre el BoE aumenta además por el hecho de que el nuevo
ministro de Finanzas, Philip Hammond, excluyó cualquier iniciativa
gubernamental de reactivación económica hasta el próximo otoño.
"Existe
una clara expectativa de un recorte al 0,25% de la tasa de referencia y
de un probable aumento de la compra de activos", resumió Michael
Hewson, analista de CMC Markets.
El
programa de compra de activos, o de "flexibilización cuantitativa",
consistente principalmente en la compra de obligaciones del Estado
británico, fue lanzado por el CPM en marzo de 2009 y alcanzó en julio de
2012 los 375.000 millones de libras (450.000 millones de euros al
cambio actual) y se mantuvo desde entonces en ese nivel.
La
elevación de ese nivel apuntaría a adquirir créditos considerados
"seguros" en manos de los fondos de pensión o de compañías de seguros,
para incitarlos a invertir en activos de mayor riesgo, como por ejemplo
las obligaciones corporativas o el mercado de acciones.
Otros
observadores estiman que el CPM podría prolongar o reforzar su programa
de créditos con bajo interés para los bancos (un sistema denominado
'Funding lending scheme' -FLS), para incitarlos a dar más créditos a los
hogares y las empresas