En su informe a la Asamblea Nacional de
Cuba (Parlamento unicameral), el ministro explicó que "para el año 2017
se prevé un crecimiento del 2 % en el PIB contra un decrecimiento del
0,9 % en el año 2016".
Según Cabrisas, los mayores incrementos se prevén en la
industria azucarera, el sector hotelero y la hostelería, con buenos
resultados este año, señala la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN),
que informa sobre el pleno del Parlamento, al que no tienen acceso
medios extranjeros acreditados en el país.
Además, se
esperan aumentos en las áreas de transporte, comunicaciones, la
agricultura, silvicultura, comercio y la industria manufacturera.
Cabrisas ratificó también la "tensa situación existente con la
disponibilidad de divisas, el incumplimiento de los ingresos previstos
por las exportaciones y el insuficiente suministro del combustible",
causados por la reducción de los envíos de crudo subsidiado por parte de
Venezuela.
El titular de Economía se refirió,
además, a los daños causados por el embargo que Estados Unidos mantiene
sobre Cuba, "cuyos efectos extraterritoriales se han fortalecido en los
últimos años", a pesar del deshielo en las relaciones bilaterales.
"Esa situación coloca a la economía nacional en un escenario que no podrá revertir en el corto plazo", aseguró Cabrisas.
Agregó que se deberán "identificar las posibilidades para sustituir
importaciones, reducir al mínimo los gastos no imprescindibles y usar
eficientemente los recursos que se entregan".
Según
datos oficiales, de las inversiones para 2017, sólo el 6,5 % tienen
participación extranjera, por lo que Cuba aún no logra sus aspiraciones
de captar todo el capital foráneo que necesita y hacer de este "un
elemento esencial para el progreso de la economía nacional".
El ministro de Economía cubano destacó también la necesidad de elaborar
un programa a medio plazo para "revertir la crítica situación de la
industria alimentaria" y "evitar el pago de salarios sin respaldo
productivo".
Cabrisas llamó a "mantener estricto
seguimiento al equilibrio monetario en el sector de la población y
asegurar las actividades de salud, educación y de otros servicios
básicos".
De acuerdo con el informe presentado, la
producción de petróleo y gas bajará en 2017 un 4,3 % con respecto a
2016, aunque se prevé alcanzar niveles energéticos similares a los de
este año, "con un crecimiento de los niveles productivos del 6,9 %",
según la web oficial Cubadebate.
Esto "incide de
manera directa en los niveles de importación de combustibles por lo que
se deberá analizar en profundizar esta tendencia", indicó el ministro.
Insistió en que se debe evitar el desvío y el robo de combustible que
"lamentablemente está presente" en el sector estatal cubano, el cual
"sale a la luz en los controles".
Para 2017 Cuba
planifica un incremento de hasta el 4,6 % de la producción de energía a
partir de fuentes renovables como la biomasa cañera y la energía
fotovoltaica, informó Cabrisas según Cubadebate.
Tras
crecer un 4 % en 2015, el Gobierno cubano pronosticó un aumento del PIB
del 2 % para 2016, objetivo que a mitad de año rebajó al 1 % debido a
"dificultades financieras coyunturales".
La actual
crisis que atraviesa Venezuela hizo que el país sudamericano redujera el
envío de crudo subsidiado a la isla el primer semestre de 2016, por lo
que el Gobierno cubano se vio obligado a contactar con aliados como
Rusia, Argelia y Angola en busca de nuevos socios comerciales.
Ante esta coyuntura, analistas económicos han vaticinado una probable
recesión económica en la nación caribeña, que podría retrasar la marcha
de las reformas "raulistas".
Sin embargo, la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé que en 2017 el
crecimiento económico de Cuba comenzará a acelerarse paulatinamente por
la regularización de envíos de combustible desde Venezuela y el empuje
de los sectores de telecomunicaciones, turismo, construcción y
agricultura.