lunes, 30 de enero de 2017

Obama, las grandes multinacionales y Wall Street se rebelan contra el veto migratorio de Trump

WASHINGTON.- Las últimas medidas migratorias del presidente Donald Trump han llevado a su antecesor, Barack Obama, a romper su silencio desde que abandonó la Casa Blanca. El expresidente de EEUU ha advertido que "los valores estadounidenses están en peligro", al tiempo que señaló estar "alentado" por el compromiso social en el país contra el veto migratorio del mandatario republicano. 

Una ola de protestas y críticas a la que también se han unido los máximos directivos de importantes empresas de Estados Unidos y que tampoco parece gustar a Wall Street, que este lunes ha experimentado fuertes caídas. El Dow Jones perdía a media sesión un 0,69% y se situaba por debajo de los 20.000 puntos. Un mensaje que ha tenido un gran eco en los medios financieros es el de Lloyd Blankfein, director general de Goldman Sachs, líder mundial de banca de inversión, quien ha escrito a sus empleados en alusión al polémico decreto del presidente: "No es una política que apoyemos".
Trump anunció el viernes una orden para cerrar temporalmente la entrada a Estados Unidos de refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, amparándose en la necesidad de proteger al país del posible ingreso de terroristas. La medida ha generado caos en los aeropuertos del país y protestas públicas en muchas ciudades por parte de manifestantes que piensan que la decisión está en contra de la tradición estadounidense de acoger a refugiados y ciudadanos de otros países. 
Además, está la cuestión de grandes ejecutivos, profesores universitarios, líderes empresariales que residen en Estados Unidos y le aportan sus conocimientos y experiencia pero que proceden de los países incluidos en la lista negra de Trump.
Obama ha roto su silencio este lunes a través de un comunicado de su portavoz, Kevin Lewis, en el que ha advertido de que “los valores estadounidenses están en juego”. En este sentido, ha dicho entender que haya personas “ejerciendo su derecho constitucional a reunirse, organizarse y hacer oír sus voces” frente a las autoridades. “En relación a las comparaciones con la decisiones de política exterior de Obama, como hemos oído antes, el expresidente discrepa radicalmente con la idea de discriminar a individuos por razones de fe o religión”, ha añadido Lewis en la nota, recogida por el portal de noticias Politico.
“Para que seamos exitosos, nuestros hombres y mujeres deben reflejar la diversidad de las comunidades y de las culturas en las que operamos”, ha afirmado el CEO de Goldman Sachs al citar uno de los principios que ha venido defendiendo tradicionalmente su firma. “Eso significa que debemos atraer, retener y motivar a personas de muchos orígenes y perspectivas. Mantener la diversidad no es una opción, es lo que debemos ser”, ha añadido el banquero estadounidense citando esos fundamentos.
Una posición parecida es la que ha adoptado el grupo Ford, la mayor firma del sector automotor en Estados Unidos, que ha destacado la “rica diversidad” que viene defendiendo esa firma dentro y fuera del país y “el respeto para todas las personas”. “Por esa razón no apoyamos esta decisión o cualquier otra que está en contra de los valores que mantiene la compañía”, sostiene un mensaje dado a conocer por el director general de Ford, Mark Fields, y el presidente ejecutivo, Bill Ford.
Las reacciones de los máximos directivos de firmas clave en el mundo de los negocios de Estados Unidos se suman a comentarios parecidos de importantes empresas tecnológicas que se conocieron el pasado fin de semana. “Apple no existiría sin la inmigración”, ha asegurado Tim Cook, máximo responsable de la firma con la mayor capitalización bursátil de Estados Unidos, que hace pocas semanas se reunió en Nueva York con Trump. Y es que Steve Jobs, el fundador de la marca y genio tecnológico, tenía raíces sirias.
En términos parecidos se ha expresado el director general de la firma Google, Sundar Pichai, quien ha recordado que “durante generaciones este país ha sido el hogar de inmigrantes” como uno de sus empleados afectados por la medida. Microsoft, Netflix, Uber, Airbnb y Facebook son algunas de las que también han declarado su rechazo a las medidas de control de acceso de Trump. 
Parte de sus empleados son inmigrantes, incluso algunos proceden de los países incluidos en la orden ejecutiva. En este sentido, el presidente de Microsoft, Brad Smith, ha enviado una misiva a sus empleados para comunicarles que 76 de sus compañeros se verán afectados por la medida, por lo que la compañía les proveerá de asistencia y defensa legal. El correo ha sido compartido por Satya Nadella, CEO de Microsoft, quien también es originario de la India.
Mark Zuckerberg, por su parte, ha emitido un comunicado en el que recuerda el papel de la inmigración en la creación del país. “Mis bisabuelos vinieron de Alemania, Austria y Polonia. Los padres de Priscilla fueron refugiados de China y Vietnam. Estados Unidos es una nación de inmigrantes, y debemos estar orgullos de ello”, declara.
Y el gigante tecnológico Google ha lanzado un fondo de cuatro millones de dólares que irán destinados a donaciones a cuatro organizaciones estadounidenses comprometidas con los derechos de los inmigrantes. Dos millones de dólares son aportados por la compañía y otros dos millones proceden de las donaciones de empleados, según ha avanzado USA Today. 
A este fondo se unen las aportaciones particulares de varios ejecutivos de Google, cuyos nombres no han trascendido. Las entidades que recibirán los cuatro millones son la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), el Immigrant Legal Resource Center, el Comité Internacional de Rescate (IRC) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR/UNHCR).
El máximo responsable de Starbucks, Howard Schultz, ha anunciado que la compañía planea contratar 10.000 refugiados en todo el mundo en el curso de cinco años, tras la orden sobre inmigración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según Schultz, la medida gubernamental le ha dejado “apesadumbrado”. Ante el “confuso periodo” que vive el país, ha escrito Schultz en una carta dirigida a sus socios, se anuncian “acciones específicas” con las que demostrar que “no permaneceremos callados mientras la incertidumbre en torno a las acciones del nuevo gobierno aumentan cada día”.
Starbucks está en contacto directo con empleados afectados por la prohibición en materia de inmigración y hará “todo lo posible para darles apoyo y ayudarlos a atravesar este periodo confuso”, ha dicho Schultz en otra carta a empleados publicada en la web de la cadena de cafeterías. Schultz también se ha comprometido a que tanto él como el director de operaciones, Kevin Johnson, quien asumirá el cargo de máximo responsable ejecutivo este año, comenzarán a comunicarse con los trabajadores más frecuentemente.
“Escucho la alarma que expresan la civilidad y los derechos humanos que hemos dado por descontado por tanto tiempo están siendo atacados, y queremos usar una forma de comunicación más veloz y más inmediata para relacionarnos con vosotros en asuntos que nos conciernen a todos como socios”, ha escrito Schultz.
Asimismo, Schultz se ha manifestado como firme partidario del programa “Dreamers” (“Soñadores”), diseñado para ayudar a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos de niños. “Estamos viviendo en una época sin precedente, en la cual somos testigos de cómo la conciencia de nuestro país, y la promesa del ‘Sueño americano’, se pone en entredicho”, ha señalado.
Sobre la polémica entre Trump y México, Schultz ha señalado que la empresa tomará medidas para “ayudar y dar apoyo a nuestros clientes y socios mexicanos y sus familias mientras lidian con el impacto que las sanciones comerciales, restricciones de inmigración e impuestos propuestos que podrían tener en sus negocios”. Starbucks “seguirá invirtiendo” en México, ha asegurado.
Las reacciones se han hecho notar con fuerza en Wall Street, poco amigo de la inestabilidad política y que ha visto con preocupación las señales de caos que hubo en algunos aeropuertos del país en las últimas horas y las repercusiones políticas. Los principales indicadores de los mercados bursátiles de Nueva York estaban teniendo este lunes su peor sesión en lo que va de año, con fuertes retrocesos a media sesión que rompen la buena racha que se había acumulado en las últimas jornadas.
El Dow Jones de Industriales cerró el jueves con una marca histórica, el día anterior le tocó al selectivo S&P 500 y el viernes fue el índice compuesto del mercado Nasdaq el que conquistó un nuevo récord. Hoy, en cambio, los tres indicadores tenían importantes caídas. El Dow Jones, que llegó a perder más de 200 puntos durante la jornada, retrocedía a media sesión un 0,9 % 182 puntos, mientras que el S&P 500 bajaba un 0,97 % y el índice del Nasdaq un 1,13 %.
Los analistas del mercado destacaron que la decisión fue anunciada e implementada muy rápidamente, despertando los temores que tenían Wall Street sobre el carácter temperamental de Trump durante la campaña electoral. “Las preocupaciones sobre Trump están empezando a asentarse”, afirmó el economista jefe de la firma First Standard Financial, Peter Cardillo.

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