BRASILIA.- Al menos
550 funcionarios del Gobierno brasileño fueron expulsados de sus empleos
en 2016 por haber cometido algún tipo de irregularidad, según divulgó
hoy la Contraloría General de la Unión (CGU).
Se trata de la mayor cantidad de empleados públicos
expulsados en un año desde que se empezaron a contabilizar este tipo de
sanciones, en 2003.
Desde entonces, 6.209 servidores públicos brasileños han sido expulsados por irregularidades.
El 65,3 por ciento de las expulsiones del último año fueron
por corrupción (343 casos), un porcentaje mayor que el de 2015 (61,4 por
ciento).
El 24,4 por ciento de los casos fue por abandono del cargo, falta de asiduidad al trabajo o acumulación ilícita de empleos.
Según la CGU, de las 550 expulsiones registradas el año
pasado, 445 fueron dimisiones de servidores efectivos, 40 de cargos
comisionados y 65 de los sancionados perdieron su jubilación.
Por ministerios, el de Desarrollo Social y Agrario es el que
lidera las expulsiones desde 2003, con 1.558 casos, seguido del de
Educación (1.031) y el de Justicia y Ciudadanía (981).
Por estados, el que tuvo más servidores expulsados es Río de
Janeiro (1.096), seguido del Distrito Federal (763) y Sao Paulo (667).
El informe no contempla a los trabajadores de empresas estatales, como la petrolera Petrobras o Correos.
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