MÉXICO.- El Gobierno
mexicano dijo hoy lamenta que Ford cancelara una inversión de 1.600
millones de dólares para construir una planta en San Luis Potosí, e
indicó que controlará que la empresa automovilística reponga los
recursos que este estado del centro-norte del país ya destinó al
proyecto.
"El gobierno de
México lamenta la decisión de Ford Motor Company de la cancelación del
proyecto de inversión en San Luis Potosí y ha asegurado la reposición
por parte de la compañía de cualquier erogación realizada por el
gobierno estatal para la facilitación de esta inversión", indicó la
Secretaría de Economía en un boletín.
Ford canceló este martes la inversión de 1.600 millones
de dólares en la localidad mexicana de San Luis de Potosí, donde tenía
previsto construir una nueva planta de montaje de vehículos.
La firma automotriz también anunció que producirá la
nueva generación del modelo Focus en la planta de montaje de la ciudad
mexicana de Hermosillo "para mejorar la rentabilidad de la compañía", y
que invertirá 700 millones de dólares en la fábrica estadounidense de
Flat Rock (Michigan).
Según la Secretaria de Economía, el crecimiento de Ford
en América del Norte, y especialmente en México, "ha respondido a una
estrategia de competitividad basada en cadenas globales de valor, en
donde Norteamérica compite con otras regiones del mundo".
los empleos generados en México "han contribuido a
mantener empleos manufactureros en Estados Unidos, que de otra forma
hubieran desaparecido ante la competencia asiática", consideró.
El Gobierno federal manifestó su "compromiso de seguir
haciendo de México" un país "más competitivo para la inversión nacional y
extranjera".
"Asimismo, México reafirma su posición frente a un
esfuerzo de modernización del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) que fortalezca las capacidades competitivas de América del
Norte y de cada uno de sus integrantes", indicó.
El presidente electo de Estados Unidos, el republicano
Donald Trump, tiene intención de renegociar este tratado que, considera,
ha perjudicado desde su entrada en vigor en 1994 a la industria, el
comercio y el empleo de la primera potencia mundial, beneficiando
especialmente México.
La inversión en San Luis de Potosí era parte de la
estrategia de Ford de producir sus vehículos más pequeños en México,
donde los costes laborales son un tercio de los de EEUU, para aumentar
la rentabilidad de los automóviles más baratos.
En una entrevista hoy con la televisión estadounidense
CNN, el presidente de la compañía, Mark Fields, negó que la cancelación
de la inversión en México fuese una concesión al presidente electo. "No
hemos llegado a un acuerdo con Trump. Lo hemos hecho por nuestro
negocio", declaró.
Los planes de producción del fabricante estadounidense
en México han sido frecuente objetivo de los ataques de Trump en los
últimos meses. En septiembre de 2016, Trump amenazó con aranceles
aduaneros del 35 % a los productos de Ford producidos en México.
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