NUEVA DELHI.- La retirada por sorpresa de los billetes de mayor
denominación hace dos meses ha forzado a la India a lanzarse en picado
al pago digital, una opción hasta hace poco inimaginable para muchos en
un país con el 95 % de pagos en efectivo.
Aunque por
entonces muy pocos le tomaron en serio, el primer ministro indio,
Narendra Modi, venía avisando desde hacía un tiempo sobre la necesidad
de dejar atrás la dependencia que el país tiene del dinero en efectivo.
"Si nos adaptamos a las transacciones sin efectivo (...)
los negocios funcionarán de manera automática, dando lugar a una cierta
transparencia, (además) los pagos bajo mesa terminarán y se reducirá la
influencia del dinero negro", afirmó el pasado mayo Modi durante su
programa mensual de radio 'Con la voz del corazón'.
Hasta que el pasado 8 de noviembre, a última hora de la tarde y en un
discurso televisado a la nación muy poco habitual, el mandatario anunció
que a partir de la medianoche dejaban de ser efectivos los billetes de
500 y 1.000 rupias (7 y 14 dólares).
La medida
suponía la retirada sorpresiva, según datos del Gobierno, del 87 % del
efectivo del país en un país donde el 95 % de las transacciones eran con
dinero físico, causando una crisis de liquidez sin precedentes en el
país asiático.
Esta semana el traumático anuncio de
Modi cumple dos meses, una medida que desencadenó, según dijo él mismo
en su discurso de Año Nuevo, un "histórico rito de purificación", además
de un inusitado y forzado interés al pago sin efectivo.
"No, nunca me imaginé que esto podría pasar -el paso al pago digital-,
ni se me había pasado por la cabeza, pero lo hemos hecho y no ha habido
ningún problema, seguimos trabajando", reconoció Ashok Kumar,
dependiente de un puesto de comida callejera.
Un
cartel en su puesto de comida en Nueva Delhi anuncia que se aceptan
pagos con PayTm, el monedero electrónico a través de telefonía móvil más
popular de la India que ha vivido un boom de nuevos clientes desde que
se produjo la retirada de los billetes.
El
vicepresidente de PayTm, Deepak Abbot, explicó que desde que se
produjo la "desmonetización" han visto triplicado el tráfico en la
aplicación móvil y añadido 20 millones de nuevos usuarios, además de
alrededor de cinco millones de transacciones diarias.
"La
India se encuentra en la cúspide de una revolución financiera que verá
cómo el país deja atrás la generación del pago en efectivo y da paso a
una de pagos digitales", sentenció Abbot, seguro de que el crecimiento
de nuevos clientes "se mantendrá a largo plazo".
Según datos aportados por el Gobierno indio, el uso de monederos
digitales en la India como PayTm y otros menos populares ha ascendido un
210 % desde la retirada de los billetes, con 6,7 millones de
transacciones diarias.
En otros casos, como el de la
tarjeta de débito impulsada por el Ejecutivo indio y destinada sobre
todo a gente de bajos recursos, RuPay, su utilización aumentó un 446 %
desde la desmonetización, alcanzado las 2,1 millones de transacciones
diarias.
Las estadísticas del Gobierno indio parecen
corroborar ese giro al pago digital, aunque por ahora solo suponen una
ínfima parte de las transacciones que se realizan en este país de 1.250
millones de habitantes, donde gran parte de la población vive en zonas
rurales.
Pensando en esa población rural, en general
de bajos recursos e iletrada, Modi anunció a finales de la semana pasada
el lanzamiento de la aplicación BHIM para transacciones a través de
móviles con Android, capaz de operar sin la necesidad de Internet, un
sueño todavía para 950 millones de indios.
Según
Amitabh Kan, presidente de NITI Aayog (Institución Nacional para
Transformar la India), dependiente del Gobierno indio, BHIM se ha
descargado desde el 30 de diciembre 5,5 millones de veces,
convirtiéndose en la aplicación más popular del país asiático.
"¡La aplicación BHIM es una estrella del rock!", exclamó Kan en su cuenta de Twitter.
Shilpi, empleada del hogar, es una de las que se ha descargado BHIM en
su rudimentario móvil, con la ilusión, dice, de empezar a hacer uso del
"pago sin dinero", algo que parecía hasta hace poco solo al alcance "de
los ricos".
El sastre Kevindera Kumar, tras forrar
unos sofás en una casa en el sur de Nueva Delhi, también acepta el pago
digital con PayTm, algo que le piden "casi todos los clientes", e
incluso el carpintero Arjun Sharma, reticente al principio y con pánico a
las tecnologías, acaba cediendo aunque, anota, deberá pedir "ayuda" a
su hija.
"Puede que padezcamos algunas molestias por
el momento, pero esto será bueno para el futuro. Si un padre planta un
árbol, sus hijos disfrutarán los frutos. Tú no los puedes disfrutar de
inmediato, pero definitivamente los hijos lo harán", dijo Akhilesh
Kumar, dependiente en una diminuta papelería en el centro de Nueva
Delhi.
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