PEKÍN.- China quiere reducir en
800 millones de toneladas su capacidad anual de producción de carbón,
según el plan de una agencia gubernamental revelado en la
prensa estatal.
En paralelo a esta reducción de la
capacidad, la producción efectiva de carbón alcanzará unos 3.900
millones de toneladas en 2020, frente a los 3.750 millones de 2015,
indicó la agencia oficial Xinhua, citando un documento del organismo
oficial de planificación del país asiático.
Esos
objetivos buscan "mejorar la eficacia y las condiciones de seguridad en
la producción de carbón", asegura Xinhua, que sugiere que las minas de
pequeña capacidad podrían ser las más afectadas por los cierres.
El ajuste de la oferta
coincidirá con el claro estancamiento de la demanda: la segunda economía
mundial quemará en 2020 unos 4.100 millones de toneladas de carbón,
frente a los 3.960 millones del año pasado, según el plan gubernamental,
un crecimiento muy moderado.
El consumo energético
chino crece un 3% cada año, muy por debajo de las subidas del 10% de
hace años. El carbón, del que China es el primer consumidor mundial,
sigue siendo indispensable para la economía, ya que genera el 60% de la
electricidad. De hecho, el consumo de carbón se duplicó en la década
2004-2014, hasta superar los 4.000 millones de toneladas anuales.
Pero
el contexto ha cambiado en los últimos tiempos: la economía del gigante
asiático registra su crecimiento más débil en el último cuarto de
siglo, y el régimen comunista ha emprendido un viraje hacia el sector de
los servicios (más del 50% del PIB hoy en día) y el de las nuevas
tecnologías, que consumen menos energía que las tradicionales industrias
pesadas.
Pekín también se ve obligado a cambiar de
modelo energético por motivos medioambientales, en un país donde las
ciudades se asfixian bajo una contaminación endémica que exaspera a la
población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario