WASHINGTON.- El crecimiento del PIB de
Estados Unidos decepcionó en 2016 al ser el menor en cinco años, cuando
el presidente Donald Trump promete estimular la actividad con rebajas
de impuestos y más gasto público.
La mayor economía del
mundo creció solo 1,6% el año pasado, contra 2,5% del año anterior,
según datos oficiales revelados este viernes.
Esa tasa tan mediocre es similar a la de 2011 y es la menor desde 2009, cuando Estados Unidos estaba en recesión.
El resultado del año pasado está, además, por debajo de la tasa de 1,9% que preveía la Reserva Federal (Fed).
En
el trimestre octubre-diciembre, el PIB creció 1,9% en ritmo anualizado y
en datos corregidos de variantes estacionales, según la primera
estimación del departamento de Comercio.
El mal desempeño
económico del comercio exterior en el cuarto trimestre, caballo de
batalla de Trump que aboga por el proteccionismo, explica en parte el
resultado. Las exportaciones cayeron 1,4% y las importaciones aumentaron
8,3%.
Durante la campaña electoral, Trump advirtió que
está dispuesto a aplicar gravámenes de hasta 35% a productos de China y
México. Sostiene que China aplica prácticas comerciales desleales y que
México saca provecho de su mano de obra de más barata que la
estadounidense.
"Los déficit comerciales masivos y la
poca ayuda en la porosa frontera, deben cambiar ahora", bramó en su
cuenta de Twitter antes de divulgarse los datos del PIB.
"Hace mucho tiempo que México se beneficia de Estados Unidos", afirmó.
La actual relación comercial con México nos hace "quedar como tontos", dijo este viernes ante la prensa.
Tras
la asunción de Trump el viernes 20, las relaciones con su vecino
entraron en colisión. El nuevo presidente puso en marcha la construcción
de un muro contra la inmigración y quiere además que México lo pague.
También
anunció que pretende renegociar o directamente romper el tratado de
libre comercio norteamericano, TLCAN, que une a Estados Unidos, Canadá y
México.
El
déficit comercial del último trimestre del año pasado restó 1,7 puntos
porcentuales al crecimiento del PIB, lo cual no ocurría desde hace seis
años.
Algunos analistas relativizaron ese resultado.
Señalaron que las ventas de soja tuvieron un excepcional crecimiento en
el tercer trimestre y eso infló los resultados de ese período.
El consumo, pulmón de la economía estadounidense, subió 2,5%, contra 3% en el trimestre previo.
Aún
cuando siguen mostrando solidez, los gastos de los consumidores solo
aportaron 1,7 puntos porcentuales al crecimiento, la expansión más débil
desde el primer trimestre del año pasado.
A fines de
2016, los actores económicos habían advertido una cierta cautela de los
consumidores tras la inesperada victoria de Trump en las elecciones y la
complicada transición hacia su investidura.
Los gastos
federales cayeron 1,2%. Ello se compensó con un buen desempeño del
sector inmobiliario, que tuvo su mayor progresión desde fines de 2015
(+10,2%).
También las inversiones de las empresas se consolidaron, y aumentaron 2,4%.
La
moderación del crecimiento del PIB debería incitar a la Fed a mantener
intactas las tasas de interés en la reunión que sostendrá la semana
próxima, según la mayoría de los analistas.
La primera
estimación de crecimiento a menudo es objeto de fuertes correcciones. La
primera revisión de estos resultados tendrá lugar el 28 de febrero.
Para 2017, la Fed prevé un moderado crecimiento de 2,1%, mientras que el FMI calcula que será de 2,3%.
Las
estimaciones no tienen en cuenta las promesas de Trump de empujar la
economía mediante rebajas de impuestos y mayor gasto público para
fomentar el desarrollo de la infraestructura.
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