GINEBRA.- Las perspectivas del empleo en América Latina y el Caribe en 2017 son preocupantes, con un aumento estimado del desempleo del 0,3 por ciento y que se atribuye sobre todo a las difíciles condiciones del mercado laboral en Brasil, según revela un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En su evaluación sobre las tendencias del empleo y las
proyecciones para el año que empieza, la organización precisa que el
desempleo en la región se situará en el 8,4 por ciento y que el
responsable será Brasil, donde llegará hasta el 12,4 por ciento (1 por
ciento más que en 2016).
"El número de desempleados latinoamericanos en los próximos
años aumentará más por el crecimiento de la fuerza de trabajo, que
excede la creación de empleo", anticipa la OIT.
"Los últimos dos años no han sido buenos para América Latina
en términos de crecimiento y, por supuesto, en esto ha influido Brasil
por su enorme tamaño. Brasil es la China de la región", explicó el
director del Departamento de Investigación de la OIT, Moazan Mahood.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil se contrajo un
3,3 por ciento y el de la región en su conjunto, más el Caribe, se
redujo en un 0,4 por ciento en 2016.
Los intercambios comerciales de ese país también se
redujeron el año pasado, con una previsión similar para este año y una
probable ligera recuperación en 2018, "con lo que esperamos que haya
tocado fondo", agregó el experto.
"Todo eso ha tenido un fuerte impacto en la región y tenemos
también a la segunda economía, que es México, donde vemos cierto
deterioro en término del crecimiento y de empleo"", continuó Mahood.
En México, la tasa de desempleo se situará en torno al 4 por ciento en 2017.
Las condiciones más prometedoras se encuentran en el futuro
más próximo en Centroamérica y el Caribe, pero la crisis en Brasil
termina llevando a toda la región hacia abajo, en particular a sus
vecinos, con los que tiene más lazos comerciales.
Otro aspecto que inquieta a la OIT es el parón en la
disminución de las formas de trabajo vulnerable en América Latina, que
se había reducido notablemente entre 2009 y 2014.
El trabajo vulnerable comprende a los trabajadores por
cuenta propia (informales) y a aquellos que trabajan en contextos
familiares sin remuneración, con un componente femenino mayoritario.
"Desde el estancamiento económico de la región en 2015, la
parte de trabajadores en empleos vulnerables ha aumentado a un ritmo
constante, subiendo del 31 por ciento de la mano de obra en 2014 al 31,9
por ciento en 2016.
Frente a los 90,5 millones de trabajadores en esa situación en América Latina en 2014, se calcula que serán 93 millones en 2018.
Por su parte, el economista de la OIT, Steven Tobi, llamó la
atención sobre el hecho de que los aumentos más importantes de
desempleo en el mundo ocurrirán este año en los países cuyas economías
dependen de la exportación de materias primas, un perfil que corresponde
a la mayoría de países latinoamericanos.
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