Los primeros decretos de Trump podrían deshacer muchas políticas de Obama

WASHINGTON.- El republicano Donald Trump que asumió este viernes la presidencia de Estados Unidos, se espera que poco después de jurar el cargo firme varios decretos para avanzar en sus prioridades y poner fin a algunas políticas de su antecesor, el demócrata Barack Obama.

Los primeros decretos de Trump podrían acabar con varias de las más de 275 órdenes ejecutivas firmadas por Obama en sus ocho años en la Casa Blanca. A continuación, algunas de las decisiones que podría tomar el magnate neoyorquino:

IMMIGRACIÓN
Los asesores de Trump han recomendado que tome varias medidas para limitar la inmigración al país en sus primeros días en el cargo, según varias fuentes cercanas al equipo de transición presidencial.
Trump buscará poner fin al decreto de Obama conocido como DACA que permitió que quienes llegaron ilegalmente como niños a Estados Unidos puedan quedarse en el país para trabajar y estudiar.
GUANTÁNAMO
Una de las primeras decisiones de Obama como mandatario en 2009 fue firmar tres decretos para cerrar la cárcel en la Bahía de Guantánamo en Cuba, y poner fin a ciertas técnicas de interrogatorio como el ahogamiento simulado.
Poco después de su triunfo electoral en noviembre, Trump dijo que "vamos a mantener abierto" el centro de detención y "vamos a llenarlo de tipos malos", por lo que derogar el decreto de Obama sobre el cierre del lugar parece probable.
CONTRATISTAS FEDERALES
Obama emitió varios decretos relativos a los contratistas federales que Trump podría reexaminar o dar de baja. Uno incrementó el salario mínimo para empleados de contratistas federales a 10,10 dólares la hora desde 2015.
ENERGÍA Y CLIMA
Obama emitió decenas de decretos sobre clima y energías limpias que Trump podría dejar sin efecto. El demócrata finalizó en 2015 su Plan de Energía Limpia, que está detenido en los tribunales federales y podría ser derogado por el republicano, quien también podría revertir un decreto de Obama para que las agencias gubernamentales federales recorten para 2025 sus emisiones en un 40 por ciento desde los niveles de 2008.