WASHINGTON.- El senador republicano Jeff Sessions se ha sentado este martes ante la
Comisión de Justicia de la Cámara Alta de Estados Unidos para defender
su candidatura al Departamento de Justicia, en una sesión que ha
comenzado con polémica por la interrupción de varias personas gritando
consignas.
El presidente electo de EE UU, Donald Trump, ha propuesto a
Sessions como fiscal general, a pesar de las polémicas posturas del
senador en materia de derechos civiles o inmigración. En 1986, fue
vetado como juez federal por supuesto racismo, entre otras razones por
llamar "chico" a un fiscal negro.
Unos pocos minutos antes del inicio de la sesión,
manifestantes vestidos como miembros del Ku Klux Klan (KKK) comenzaron a
increpar a Sessions, al que pidieron que "devolviese a los blancos al
Sur". También se registraron gritos en sentido contrario: "No al KKK, no
a Trump".
La seguridad del Capitolio ha intervenido para evacuar a
estas personas, aunque el mensaje se ha terminado colando en el discurso
de Sessions. El senador ha reiterado que considera al Ku Klux Klan una
"ideología de odio".
"Me conocéis. Sabéis en lo que creo. Sabéis que soy un
hombre de palabra y que haré lo que digo", ha defendido Sessions en sus
primeras palabras ante sus compañeros. El senador ha subrayado su
compromiso con la Constitución y el Estado de Derecho y ha abogado por
una justicia "justa, imparcial y equitativa" para todos.
Por otro lado, el senador se ha comprometido a no investigar
personalmente a la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton,
por el caso de sus correos electrónicos o por las polémicas donaciones a
la Fundación Clinton. "Este país no castiga a sus enemigos políticos,
este país se asegura de que nadie está por encima de la ley", dijo hoy
Sessions ante el comité judicial del Senado, donde los legisladores
evalúan su candidatura para convertirse en el titular de Justicia de
Estados Unidos en el nuevo Gobierno de Trump.
Sessions aseguró que se recusaría de cualquier investigación
que implicara las polémicas donaciones a la Fundación Clinton o los
correos de la exsecretaria de Estado, a quien Trump prometió que
perseguiría judicialmente y metería en la cárcel una vez que fuese
elegido presidente de EE UU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario