PEKÍN.- El
presidente chino, Xi Jinping, tratará de proyectar la imagen de China
como "potencia responsable" en su primer viaje al exterior del año, que
le lleva desde hoy y hasta el miércoles a participar en el Foro
Económico Mundial de Davos y a visitar la oficina de Naciones Unidas en
Ginebra.
Suiza será la primera parada internacional de Xi en 2017,
pero más allá de la agenda bilateral de la primera parte del viaje casi
todo el interés se centra en su presencia en los foros y organizaciones
internacionales de los días 17 y 18.
El Foro de Davos, punto de encuentro de las élites
económicas planetarias, recibirá por primera vez el próximo martes a un
presidente chino y ha reservado para Xi un discurso inaugural en el que
se espera una encendida defensa de la globalización y el libre comercio.
A esa alocución seguirá otra, un día después, en la sede de
la ONU en Ginebra que se prevé centrada en la apuesta de China por el
multilateralismo y en su oferta de redoblar su apoyo a esta organización
bajo el recién estrenado liderazgo de António Guterres.
Ambos discursos tendrán lugar, además, en vísperas de la
toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el
próximo viernes.
Aunque las autoridades chinas no lo reconocen
explícitamente, muchos observadores consideran que la intención de Xi es
mostrarse como contrapunto a un Trump que abandera el proteccionismo y
está rompiendo los esquemas de la diplomacia tradicional.
"Trump promueve el proteccionismo frente al comercio global.
En cambio, China siempre está promoviendo la globalización y también se
beneficia de ella", aseguró Xiang Junyong, del centro de estudios
Chonyang de la Universidad Popular de Pekín.
Parte de esa incertidumbre proviene de las dudas sobre el
futuro de las relaciones entre Estados Unidos y China con la nueva
Administración norteamericana, tras sus recientes cruces de acusaciones a
cuenta de la postura estadounidense hacia Taiwán o las críticas de
Trump a la política comercial china.
En Davos, ambos países podrían limar asperezas en una
posible reunión entre la delegación china y el equipo de Trump,
representado en la cita suiza por Anthony Scaramucci, miembro ejecutivo
del equipo de transición, a la que Pekín declara estar dispuesta.
"En la medida en que lo permita la agenda, la parte china
está abierta a reuniones bilaterales", afirmó el viceministro chino de
Exteriores, Li Baodong, en una rueda de prensa en Pekín esta semana.
Independientemente de ese hipotético encuentro, Xi propondrá
en Davos las recetas de China para defender la globalización y
estimular el crecimiento económico global.
"Hoy la economía mundial está en un importante momento de
transición. Los motores convencionales difícilmente pueden sostener la
recuperación. El comercio y la inversión internacionales siguen bajos,
crece el proteccionismo, el régimen comercial está bajo presión y la
globalización se enfrenta a resistencias", expuso Li.
"La incertidumbre política va al alza y eso ha hecho
insegura la perspectiva económica global. Con ese trasfondo, la
asistencia de Xi es seguida de cerca por todo el mundo", aseguró el
viceministro chino.
El viaje de Xi concluirá el día 18 en Ginebra con una serie
de visitas a la oficina de Naciones Unidas y las sedes de la
Organización Mundial de la Salud y el Comité Olímpico Internacional.
En la ONU, el presidente chino se entrevistará con Guterres
por primera vez desde que éste asumió la secretaría general, y se
dirigirá a los responsables del organismo en otro discurso.
"Tendrá discusiones en profundidad con las partes relevantes
sobre la cooperación China-ONU, para elevarla aún más y enviar un
mensaje positivo de que China apoya firmemente el multilateralismo,
sostiene los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas y
promueve una mejora del gobierno global", explicó Li.
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