BRASILIA.- La inflación de Brasil
subió menos de lo esperado en enero, reforzando las expectativas de una
aceleración del recorte de las tasas de interés, consideradas como un
freno para sacar al país de la recesión.
El Índice de
Precios al Consumidor (IPCA) de enero aumentó un 0,38%, el menor
incremento en el primer mes del año desde 1994. En enero de 2016, en
plena espiral inflacionaria, había sido de 1,27%, indicó el miércoles el
Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
En el acumulado de doce meses, el IPCA registra un aumento de 5,35%, después de haber cerrado 2016 en 6,29%.
Los
datos de enero se sitúan por debajo de las proyecciones de los
analistas. La consultora Gradual Investimentos preveía un aumento
mensual de 0,44% y de 5,44% en el acumulado de doce meses.
El
ramo que más subió en enero fue el de transportes (+0,77%), al igual
que en diciembre (+1,11)%. Le siguen salud (+0,55%, frente a +0,49% en
diciembre); alimentación y bebidas tuvo un aumento de 0,35%, por debajo
del dato mensual, pero bastante más elevado que en diciembre (0,08%).
El
rubro vestimentas registró en cambio una caída (-0,36%, frente a +0,32%
en diciembre), mientras que el de artículos del hogar retrocedió
(-0,1%, frente al -0,31% en diciembre).
Para
André Perfeito, analista de Gradual Investimentos, la fuerte caída de
los precios es a la vez "una buena y una mala noticia", esto último
porque constituye "otra señal de la desaceleración de la economía".
La coordinadora de índice de precios del IBGE, Eulina Nunes dos Santos, coincide: "El perfil de estos últimos meses, con desempleo en alza,
dificultades de crédito y altas tasas de interés, hicieron que los
precios retrocedieran", afirmó.
"El retroceso de la demanda es fundamental para [explicar] la tasa tan por debajo de la de hace un año", agregó.
La
mayor economía latinoamericana está sumida desde hace dos años en su
peor recesión en más de un siglo, que llegó a combinarse con una
disparada de la inflación, que llegó a 10,67% en 2015.
La tasa de referencia Selic del Banco Central de Brasil (BCB) llegó en julio (RPT: julio) de 2015 a un 14,25% anual, culminando un
ciclo de alzas iniciado en 2013. Un nivel considerado disuasivo para la
inversión, antes de iniciar en octubre un reflujo que la llevó a 13% en
enero.
Los nuevos datos sobre inflación sustentan las
expectativas de que esa tendencia prosiga. André Perfeito prevé que la
Selic cierre este año a 9,75%, algo por encima de la expectativa media
del mercado (9,50%).
El BCB trabaja con una meta
inflacionaria anual de 4,50%, con un margen que hasta ahora era de dos
puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, pero que a partir de
este año será de 1,5 puntos. Una meta realizable, de acuerdo con los
analistas y operadores consultados semanalmente por el BCB, que prevén
que el IPCA cierre 2017 en 4,64% y 2018 en 4,50%.
El
presidente del BCB, Ilan Goldfajn, estimó sin embargo a fines de enero
que, a la vista de los buenos resultados, la meta podría reducirse a 3%,
en línea con la de otros países emergentes, y sobre todo con las
políticas de ajuste impulsadas por el gobierno conservador de Michel
Temer.
Una perspectiva que, según André Perfeito, crea "proyecciones de más austeridad".
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