martes, 9 de mayo de 2017

Merkel no ve necesario suavizar el pacto de estabilidad en la UE tras la victoria de Macron

BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, volvió a mostrar su alegría por la victoria de Emmanuel Macron en Francia y expresó su confianza en que trabajarán juntos para dar a la UE “un futuro seguro y de éxito”, pero avanzó que no ve motivos para cambiar el Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento.

En rueda de prensa, Merkel rechazó así la petición lanzada por su ministro de Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, quien defendió la necesidad de que Berlín apoye a Macron y que acabe con la política de “ortodoxia fiscal” y de “señalar con el dedo” y ponga en marcha un nuevo plan de inversiones franco-alemán.
La canciller aseguró que Alemania siempre intenta ayudar, pero dejó claro que su apoyo no puede sustituir a las medidas que debe tomar París y recordó que “Francia debe tomar sus decisiones”.
Tras señalar que no cree que Berlín deba cambiar la política económica que defiende en la Unión Europea (UE), destacó que no ha oído “ninguna crítica” de Macron al Pacto de Estabilidad y recordó que los socios europeos ya mostraron en los años pasados “flexibilidad” hacia Francia en ese contexto.
“Lo que necesita Francia son resultados”, continuó la canciller, para añadir que éstos se evaluarán a lo largo de la nueva legislatura y subrayar que hay que esperar a que el nuevo presidente, que visitará “muy pronto” Berlín, presente su programa de reformas. Será entonces cuando se pueda hablar de cómo apoyar esas reformas, señaló Merkel evitando entrar en detalles.
Poco antes, el portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, había dejado claro que Merkel no ha variado su posición de rechazo a los eurobonos y evitó también hablar de un posible fondo de inversiones bilateral.
La canciller recordó que Francia no presenta “una mala tasa de inversión” y destacó que es Alemania la que se ha propuesto aumentar la suya.
Sobre las críticas expresadas en campaña por el presidente electo francés al superávit exportador alemán, Merkel destacó que el motor económico del país es ahora mismo el consumo interno y señaló que se prevé que ese superávit, que responde “en parte a la calidad de sus productos” y a la política del Banco Central Europeo (BCE), baje algo en los próximos años.
Al margen del debate económico suscitado por el ministro de Exteriores y vicecanciller alemán, aseguró que no tiene “la más mínima duda” de que trabajará bien con Macron, un político que ha llevado la “esperanza” a millones de franceses y a muchos alemanes y europeos.
Tras elogiar así su “valiente” campaña en defensa de una Europa abierta y una economía social de mercado, recordó que la amistad germano-francesa es una “piedra angular” de la política alemana y ratificó su decisión de trabajar juntos para afrontar los retos comunes que afrontan los dos países y la UE.
Por su parte, desde el Ministerio de Exteriores, defendieron la petición del titular del departamento de acabar con la austeridad fiscal, a pesar de que diversos analistas la enmarcan en la necesidad de los socialdemócratas, miembros de la gran coalición de Gobierno, de marcar distancias con Merkel en este año electoral.
Exteriores dejó claro que la propuesta de Gabriel de crear un fondo de inversiones franco-alemán era del ministro, no del Gobierno, y en la misma línea se pronunció el Ministerio de Finanzas dirigido por el conservador Wolfgang Schäuble.
El portavoz de Exteriores, Martin Schäfer, recordó que Gabriel y Macron han hablado mucho de estas cuestiones cuando ambos eran titulares de la cartera de Economía y explicó que su propuesta parte de la base de que hay que ayudar a Francia a poner en marcha sus reformas porque, si no, “en cinco años tenemos a (Marine) Le Pen”.

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