viernes, 12 de mayo de 2017

La migración, último cartucho de las economías del Pacífico

SIDNEY.- La migración a países ricos para trabajos agrícolas o el cuidado de ancianos es una de las pocas vías de las islas del Pacífico para aliviar sus empobrecidas economías, las más expuestas a los efectos del cambio climático.

El fenómeno es detectable en países como Kiribati y Tuvalu, que cuentan con 112.000 y 11.000 habitantes, y padecen una limitada actividad económica y graves problemas en el abastecimiento de alimentos y agua potable agravados por el aumento del nivel del mar.
La crecida de las aguas ha llevado a Kiribati, cuyo terreno se eleva apenas dos metros, a comprar tierras en otros países como Fiyi mientras una veintena de sus habitantes han pedido sin éxito que Nueva Zelanda les reconociera como refugiados climáticos.
El calentamiento global no solo amenaza la integridad física de estas naciones insulares sino que puede suponer un duro golpe a sus economías por los efectos negativos en los principales sectores en los que se sustentan: la agricultura, la pesca y el turismo.
El Banco Asiático de Desarrollo ha llegado a cifrar ese impacto hasta en un 12,7 por ciento del PIB de esos países a fines de siglo.
"Debemos vislumbrar soluciones en ese contexto (de los efectos del cambio climático), y como vías está la migración voluntaria o la expansión de la movilidad laboral", dijo el director para las islas del Pacífico del Banco Mundial, Michel Kerf.
Esta institución financiera estima que una mayor apertura de países como Australia, Nueva Zelanda o incluso China permitiría a trabajadores temporales del Pacífico generar unos 10.000 millones de dólares en ingresos netos hasta 2040.
"Podría suponer unos 1.000 millones de dólares anuales en remesas de más con respecto al escenario actual o que el crecimiento de los ingresos por cápita por lo menos se duplique", añadió Kerf.
Estas remotas naciones tienen dificultades para crear una gran cantidad de empleos, sus economías son muy pequeñas y el transporte es caro y difícil.
"Pero, si no se puede llevar los empleos a la gente, entonces se puede llevar a la gente hacia los empleos", remarcó Kerf.
Para ello el BM recomienda una serie de reformas migratorias para promover la movilidad de los trabajadores de la región recogidas en el estudio "Movilidad laboral: el premio de los diez mil millones de dólares" del proyecto Pacífico Posible de la institución.
Los isleños tienden a quedarse en sus países de origen y en total solo hay 420.000 inmigrantes nacidos en el Pacífico, la mayoría de Fiyi y Tonga, dispersos en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Kerf destaca la importancia de expandir la movilidad laboral en Kiribati y Tuvalu, países que tienen una movilidad de un 1 por ciento debido a la falta de lazos con los mercados desarrollados y la falta de una diáspora que facilite su migración temporal.
El BM señala las oportunidades para los isleños, sobre todo las mujeres, en sectores como el cuidado de ancianos en Australia y Nueva Zelanda donde los mayores de 80 años representan un 7,4 % del total de población y su número casi se doblará entre 2015 y 2040.
El organismo financiero también destaca las opciones en trabajos temporales en el sector agrícola australiano y neozelandés pese a la competencia de turistas con permisos de trabajo y "sin papeles".
En todo caso, Kerfadvierte que la promoción de la movilidad laboral debe procurar que "se evite una fuga de cerebros del Pacífico y que las personas que se quedan puedan realizar las labores de los que se fueron".

No hay comentarios:

Publicar un comentario