PEKÍN.- El presidente argentino, Mauricio Macri, animó hoy a
China a ayudar a la recuperación económica de su país, tanto con
inversiones empresariales como con la llegada de talentos del gigante
asiático a la nación del Cono Sur.
"Ya son nuestro
segundo socio comercial, pero tenemos un enorme potencial. Queremos
recibir más inversiones de las empresas chinas, y que se radiquen en
Argentina, un país abierto a la inmigración", señaló el mandatario en
una conferencia impartida en la Academia China de Ciencias Sociales en
Pekín.
En el principal centro de investigación social del país,
donde se forma a más de 3.000 expertos, Macri reafirmó su deseo de que
ciudadanos chinos puedan llegar a Argentina para ayudar a desarrollar un
país que "sigue creyendo en la diversidad, el intercambio y el
enriquecimiento de todos".
"Hay pocos países con el
nivel de complementación de Argentina y China", dos economías que
"tienen mucho para sumar, intercambiar y enriquecerse", aseguró.
En ese sentido, Macri recalcó que su país, que ya produce alimentos
para 400 millones de personas y quiere doblar la cifra en el plazo de 5 a
8 años, puede ser vital para el abastecimiento alimentario de China.
Al mismo tiempo, "China puede contribuir al desarrollo de las
infraestructuras de Argentina, un país muy grande pero que adolece de
caminos, puertos, aeropuertos, proyectos de riego o de mitigación de
inundaciones".
También insistió en profundizar los
intercambios turísticos con China, nación de la que anualmente 150
millones de habitantes viajan al exterior pero de los que sólo 30.000
visitan Argentina.
Macri, expresidente del Boca
Juniors, no olvidó las posibilidades del fútbol en China, un país que
adora a estrellas como Leo Messi o Carlos Tévez, y subrayó que Argentina
puede ayudar al gigante asiático en su plan estatal para convertir la
liga china en una de las más potentes del mundo a mediados de siglo.
El líder argentino, que llegó a la presidencia de su país tras 14 años
de gobiernos justicialistas, admitió hoy que su país "arrastra niveles
de pobreza y exclusión desde hace varias décadas, siempre rondando el 30
por ciento", algo que en su opinión fue "fruto de no tener una política
de desarrollo coherente y clara".
"Fue fruto del
aislamiento, de tener un Estado al servicio de la política y no de la
gente, de impedir el desarrollo de un sector privado", señaló el
mandatario, quien defendió que las reformas emprendidas en los 17 meses
de su gobierno "permitieron que Argentina vuelva a crecer tras cinco
años de estancamiento".
Macri estimó que el clima de
cambio en su país también se respira en el Mercosur, un organismo que
durante años "perdió un poco el rumbo de integración" pero que vuelve a
intentar profundizarlo, además de buscar convergencias con la Alianza
del Pacífico, que componen Perú, Chile, Colombia y México.
Preguntado por el público asistente sobre el papel que tendrá su país
durante su presidencia del G20 en 2018, Macri opinó que la elección de
Argentina como sede del principal foro multilateral del mundo prueba que
la comunidad internacional "quiere mandar el mensaje de que están
contentos con el cambio que se ha dado en Argentina".
En su opinión, durante la presidencia de su país en el grupo de 20
mayores economías del mundo uno de los principales temas a debatir será
la renovación de los sistemas educativos, para asumir los retos que la
robotización, la inteligencia artificial y otros cambios tecnológicos
plantean en el mercado laboral mundial.
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