BERLÍN.- El
Consejo de ministros alemán aprobó hoy un decreto que amplía la
posibilidad del Gobierno de estudiar y vetar la venta de empresas
alemanas vinculadas a infraestructuras estratégicas a compañías o
inversores de países no europeos.
"Somos
una de las economías más abiertas del mundo, pero también nos
preocupamos de que haya una competencia leal. Se lo debemos a nuestras
empresas, que a menudo se enfrentan a competidores de países con una
economía no tan abierta", subrayó en un comunicado la ministra de
Economía, Brigitte Zipries, en referencia a potencias como China.
Según
Economía, el decreto se enmarca dentro de la legislación europea, que
permite revisar operaciones que puedan suponer una amenaza para el orden
público o la seguridad, y no rebaja los requisitos que debe cumplir el
Gobierno para prohibir una adquisición.
En
paralelo, añadió el Ministerio, Alemania, Francia e Italia han lanzado
una iniciativa en la seno de la Unión Europea para modificar la
legislación comunitaria.
La
norma llega después de que el año pasado el fabricante de
electrodomésticos chino Midea se hiciera con la mayoría del accionariado
de la compañía germana de robótica Kuka.
La
operación causó gran revuelo ante el temor de que China se hiciera con
conocimientos tecnológicos alemanes y poco después el Ministerio de
Economía frenó la compra de Aixtron, una compañía del sector
tecnológico, por parte del inversor chino Fujian Grand Chip Investment
(FGC).
Sin
citar a ningún país en concreto, Zypries recordó que en los últimos
años las ventas de empresas alemanas a compañías extranjeras han
aumentado en volumen y complejidad y subrayó la necesidad de reaccionar.
El
decreto amplía la obligación de notificar operaciones relacionadas con
empresas de "infraestructuras estratégicas" y también los plazos para
analizarlas, buscando "más protección y reciprocidad".
La
compra de más del 25 % del accionariado de empresas alemanas por parte
de inversores de fuera de la UE o de la Asociación Europea de Libre
Comercio (EFTA) -que incluye a los 28 y a Islandia, Liechtenstein,
Noruega y Suiza- puede ser revisada por el Ministerio de Economía, que
analiza si se pone en riesgo el orden público o la seguridad del país.
En áreas como las empresas armamentística o tecnologías de encriptación se revisan todas las operaciones extranjeras.
Con
el decreto aprobado hoy, explicó el Ministerio, los plazos para esas
revisiones se amplían de dos a cuatro meses para reunir y estudiar más
información y se incluyen las operaciones indirectas, cuando una empresa
extranjera creo una compañía en suelo europeo y compra después a través
de ella una firma alemana.
Se
amplían también las áreas en las que se realizarán las auditorías, para
incluir a todas las empresas de sectores "sensibles para la seguridad",
como compañías que desarrollan tecnologías relacionadas con la defensa.
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