LA HABANA.- El
presidente de Cuba, Raúl Castro, afirmó hoy que no se permitirán
"estigmas o prejuicios" hacia el trabajo por cuenta propia en la isla, y
pidió al incipiente sector privado que respete las leyes y cumpla sus
obligaciones tributarias.
Castro
dijo en su discurso de clausura del primero de los dos plenos anuales
de la Asamblea (Parlamento unicameral) que el funcionamiento del llamado
"cuentapropismo" y de las cooperativas no agropecuarias no retrocederá
ni se detendrá.
En
Cuba, donde durante décadas el Estado mantuvo el control absoluto sobre
la fuerza de trabajo, hay en la actualidad más de medio millón de
autónomos y 400 cooperativas cuyo florecimiento se enmarca en las
reformas impulsadas por el presidente cubano para actualizar el modelo
socialista.
Aunque
el gobernante, según el informe de medios estatales, reconoció la
"validez" de esas formas como fuente de empleo y sus "niveles aceptables
de calidad", también deploró la existencia "de desviaciones e
ilegalidades en el ejercicio de las nuevas formas de gestión".
A las reuniones de la Asamblea no está permitido el acceso de los medios de comunicación extranjeros acreditados en la isla.
Entre
esas ilegalidades citó la utilización de materias primas y equipos de
procedencia ilícita, la evasión fiscal y las insuficiencias en el
control estatal.
El
Gobierno cubano anunció recientemente la aprobación de nuevas medidas
de control para regular el "cuentapropismo" y atajar esos problemas,
pero de momento no se han dado a conocer.
Además,
la Asamblea aprobó en una sesión extraordinaria en junio pasado la
última versión de las reformas "raulistas", que reconocen la existencia
de la empresa privada dentro del nuevo modelo socialista de la isla
aunque ratifican que no se permitirá la acumulación de riqueza y
propiedad.
Castro
admitió que a la hora de aplicar esas reformas ha habido "un exceso de
entusiasmo, y deseos de avanzar más rápido de lo que somos realmente
capaces".
El
gobernante confirmó asimismo que el PIB cubano creció el 1,1 % en el
primer semestre del año, un dato "alentador" tras registrar en 2016 un
resultado negativo del 0,9 %, la primera recesión del país en 23 años.
Reconoció, sin embargo, la existencia en este periodo de tensiones financieras y con la disponibilidad de combustible.
Raúl
Castro se refirió así a las repercusiones sobre Cuba de la crisis en
Venezuela, país que según estimaciones externas ha reducido a la mitad
sus envíos de petróleo subsidiado a la isla, lo que en abril pasado
provocó restricciones en la venta de gasolina premium.
Destacó,
por otro lado, aspectos positivos como la mejora del equilibrio
monetario interno y el mantenimiento de la educación y sanidad
gratuitas, dos de las principales banderas de la Revolución.
También
subrayó el "cumplimiento riguroso" de los compromisos financieros con
los principales acreedores, una de las prioridades del país tras el
acuerdo de reordenamiento de deuda logrado en diciembre de 2015 con los
países prestamistas del Club de París.
Según
anunció hoy ante la Asamblea el ministro de Economía, Ricardo Cabrisas,
la isla pagó entre enero y junio 2.306 millones de dólares a
acreedores.
Sin
embargo, el país aún arrastra retrasos en el pago a proveedores,
reconoció Castro, quien insistió en la voluntad de honrar esas deudas.
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