MOSCÚ.- Rusia
espera lograr en dos años la total independencia de su industria
militar de los componentes procedentes de la Unión Europea, que ha
impuesto sanciones sobre Moscú por su injerencia en el conflicto de
Ucrania, anunció hoy Serguéi Chémezov, presidente de la corporación rusa
Rostec.
El
jefe del gigante estatal que agrupa más de 700 fábricas en toda Rusia,
la mayoría de ellas militares, explicó que las sanciones han obligado a
localizar la producción de componentes en territorio ruso o en países
aliados de Moscú.
"Sustituir
los que se fabricaban en la UE ha sido difícil, pero este problema se
superará en un máximo de dos años, al emplazar la producción en Rusia o
en países aliados de Moscú", aseguró Chémezov en su comparecencia ante
la prensa en el XIII Salón Internacional de Aviación y del Espacio
(MAKS, por sus siglas en ruso).
Agregó que "a día de hoy, el 90 por ciento de los componentes que se hacían en Ucrania ya se hacen en Rusia".
Por
otro lado, Chémezov adelantó que todos los aspectos técnicos del
contrato para vender a Turquía los novísimos misiles antiaéreos S-400
"Triumph" ya se han consensuado con Ankara.
"Quedan
los asuntos administrativos para que el contrato entre en vigor, y
también los financieros", afirmó el jefe de Rostec, quién precisó que
parte del dinero para adquirir los sistemas podrían ser prestados a
Turquía.
Los
S-400, uno de los orgullos de la industria armamentista rusa,
garantizan el derribo de objetivos aéreos -desde cazas hasta misiles de
crucero- a una distancia de 250 kilómetros.
Rostec
(Tecnologías Rusas) fue creado en 2007 para agrupar bajo la misma
dirección a la mayoría de las industrias rusas de alta tecnología,
estratégicas para el país.
En
la corporación se integran en la actualidad catorce grupos
empresariales: once del complejo industrial-militar y otras tres
civiles, incluidos los fabricantes de automóviles VAZ y KAMAZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario