jueves, 13 de julio de 2017

El Comité del Nobel, sobre la muerte de Liu: "China tiene gran responsabilidad"

BERLÍN.-El Gobierno chino tiene "una gran responsabilidad" en la muerte del intelectual chino Liu Xiaobo, según el Comité Nobel, que mostró hoy su "gran tristeza" por el fallecimiento prematuro del disidente, señaló hoy su presidenta, Berit Reiss-Andersen.

El Comité que le premió con el Nobel de la Paz en 2010, considera además que las noticias sobre su estado de salud antes de su liberación fueron recibidas "entre silencios y reacciones tardías" en todo el mundo, aunque finalmente Francia, Alemania, toda la Unión Europea y Estados Unidos pidieron su puesta en libertad incondicional.
"Es un hecho triste, perturbador que los representantes del mundo libre, que tienen la democracia y los Derechos Humanos en alta estima, titubeen a la hora de defender esos derechos", indica el texto.
Reiss-Andersen argumentó, asimismo, que a pesar de haber sido trasladado a un hospital, a finales de junio, estaba aislado y, por tanto, no podía recibir el tratamiento médico adecuado.
El Comité recordó que, al otorgarle el Nobel de la Paz, se distinguió su compromiso y su lucha por la democracia y sus esfuerzos por aplicar los Derechos Humanos fundamentales garantizados en los instrumentos internacionales, así como en la Constitución de la República popular de china.
El comunicado de hoy, difundido al difundirse la noticia de su muerte, sigue al emitido el 26 de junio, donde se expresaba la satisfacción por la liberación de Liu, aunque ya entonces se defendía que nunca debió ser encarcelado porque solo ejerció su "libertad de expresión".
El Comité destacaba su incansable lucha por la democracia y los derechos humanos en China y aseguraba que había pagado un alto precio por su compromiso.
Liu, condenado a once años de cárcel por incitar a la subversión, fue galardonado en 2010 con el Nobel por su lucha no violenta por los Derechos Humanos fundamentales en China, una decisión que llevó a este país asiático a romper lazos con Noruega, donde está el Comité del Premio Nobel de la Paz.
En la ceremonia de entrega del galardón, su silla permaneció vacía, ya que Pekín no le autorizó a viajar para recibir el prestigioso galardón.
Pekín y Oslo anunciaron el pasado diciembre la normalización de sus relaciones tras una reunión en el país asiático entre el primer ministro chino, Li Keqiang, y el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Børge Brende.

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