GINEBRA.- El
Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la
Organización Mundial del Comercio (OMC), abogaron hoy por reformas en el
comercio y por aplicar políticas nacionales de apoyo a los ciudadanos
para generar un crecimiento económico y una prosperidad que beneficie a
todas las personas.
En
una declaración conjunta publicada por la directora gerente del FMI,
Christine Lagarde, el presidente del BM, Jim Yong Kim, y el director
general de la OMC, Roberto Azevédo, estos tres líderes de organismos
económicos instan al G20, cuyos líderes se reúnen a partir de mañana en
Hamburgo (Alemania), a actuar en este frente.
"El
bienestar económico de miles de millones de personas depende del
comercio. Una integración comercial mayor combinada con políticas
nacionales de apoyo puede ayudar a mejorar los ingresos y acelerar el
crecimiento global", señalan.
"La buena noticia es que en cuanto al comercio no tenemos que decidirnos entre la inclusión y el crecimiento", sostienen.
De
acuerdo con el FMI, el BM y la OMC, la apertura de las economías al
comercio, especialmente a finales del siglo XX, ha mejorado los ingresos
y los estándares de vida tanto en países desarrollados como en naciones
en vías de desarrollo.
Sin
embargo, desde principios del año 2.000 el ritmo de apertura se ha
estancado y actualmente persisten demasiadas barreras comerciales y
otras políticas que benefician a las industrias nacionales por encima de
la economía más amplia, lamentan.
Además
se están creando "nuevas barreras", afirman Lagarde, Kim y Azevedo, que
añaden que este tipo de políticas pueden crear una reacción en cadena
que puede reducir el crecimiento general, disminuir la producción y
perjudicar a los trabajadores.
"Revitalizar
el comercio, junto con políticas nacionales para compartir ampliamente
los beneficios del comercio, deben ser una prioridad clave" para los
líderes del G20, insisten.
En
su opinión, para ello hay que eliminar barreras comerciales y reducir
los subsidios y otras medidas que distorsionan el comercio.
Las
reformas que proponen los responsables del FMI, el BM y la OMC incluyen
también pensar antes y durante las mismas que se acometen en aquellos
trabajadores y aquellas comunidades que se ven negativamente afectadas
por cambios económicos estructurales.
Lagarde,
Kim y Azevedo recomiendan hacer mayor énfasis en la ayuda a la búsqueda
de empleos, a la formación profesional y a la adaptación a nuevos
trabajos, a fin de ayudar a aquellas personas que se han visto
negativamente afectadas por los avances de la tecnología o por el
comercio a cambiar de profesión o la industria.
También
consideran importantes los sistemas educativos para preparar a los
trabajadores ante exigencias cambiantes en el mercado laboral, lo que
implica un compromiso con el aprendizaje "de por vida", la educación
infantil temprana, la formación en la empresa y con cursos en línea para
mayores, entre otros ejemplos, recalcan.
Además,
sostienen que los mercados de vivienda, de crédito y las políticas de
infraestructuras pueden diseñarse de tal manera que facilitan la
movilidad del trabajador.
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