WASHINGTON.- El
Fondo Monetario Internacional (FMI) pintó un panorama económico
global halagüeño, pero con desafíos por la incertidumbre fiscal en
Estados Unidos o la gran dependencia del crédito en China, en la víspera
de la cumbre del G20 en Hamburgo (Alemania) de este fin de semana.
"Pese
a que las fuerzas cíclicas podrían ser más fuertes de lo esperado,
podrían perder gas más adelante; por ejemplo, si la incertidumbre
política aumenta", señala el informe del FMI "Perspectivas globales y
desafíos políticos", publicado hoy.
El
trabajo considera que las perspectivas de crecimiento para este año y
2018 a nivel global se mantienen alrededor del 3,5 %, pero el peso que
sostiene ese crecimiento cambia con un mayor papel de Europa y Asia y
menor en el caso de Estados Unidos.
En
el caso de Estados Unidos, el informe destaca la "significativa
incertidumbre" en lo que respecta a política fiscal, algo que llevó al
Fondo a rebajar las previsiones de crecimiento del Producto Interior
Bruto (PIB) para la primera economía mundial a un 2,1 % tanto en 2017
como en 2018, del 2,3 y 2,5 % que había calculado, respectivamente, hace
apenas tres meses.
Al
mismo tiempo, considera que el "robusto" crecimiento chino tiene
aspectos "vulnerables", al estar apoyado en "una rápida expansión del
crédito y fiscal".
En
opinión del Fondo, "las políticas que apoyan los niveles actuales de
crecimiento (en China) están asociadas a trayectorias potencialmente
insostenibles de deuda privada y pública, así como un boom de precios de
activos, pese a que las autoridades están tomando medidas".
El
informe, que servirá de documento de trabajo para la cumbre del G20, en
la que participarán por primera vez el presidente estadounidense,
Donald Trump, o el francés, Emmanuel Macron, difiere con el balance
efectuado a comienzos de año por el Fondo.
En
enero y abril, el FMI mantenía las buenas perspectivas de China y
Estados Unidos y los situaba como los grandes pilares del crecimiento
mundial, mientras que en este nuevo análisis destaca a Europa y al
conjunto de Asia como las claves para mantener la buena marcha de la
economía.
El
FMI espera "un crecimiento ligeramente más firme" en economías europeas
y asiáticas, apoyados por una mejora mundial en la marcha del comercio y
las manufacturas.
La
zona euro se verá beneficiada por el estímulo monetario del Banco
Central Europeo (BCE) y una mayor demanda interna, lo que permitirá un
crecimiento del 1,7 % en 2017 y del 1,6 % el año próximo, apunta.
En
Japón, el crecimiento se moderará después de varios trimestres de
fuerte crecimiento y por los efectos del estímulo fiscal del Banco de
Japón y del gobierno de primer ministro, Shinzo Abe.
En
los mercados emergentes el crecimiento, que rondará en los próximos dos
años el 4,5 %, "seguirá tomando fuerza, con la recuperación de la
demanda externa" y con la estabilización de economías dependientes de
los precios de la materias primas, como Rusia o Brasil.
No obstante, muchos mercados emergentes siguen creciendo por debajo de su potencial y con baja inflación subyacente.
El
PIB de los países del G20, que incluye a las principales economías
industrializadas y emergentes del mundo, crecerá de manera agregada un
3,6 y 3,7 %, respectivamente, hasta 2018, con economías como India o
China manteniendo sólidos avances.
El
Fondo recomienda aprovechar el impulso de crecimiento para establecer
políticas que mantengan el potencial de avance de cada país, al tiempo
que se apuntala una mejora económica más resistente, equilibrada y que
reduzca las desigualdades.
El
FMI también destacó la importancia de seguir cooperando
internacionalmente para consolidar un sistema financiero más sólido,
para ayudar a países pobres y hacer frente a desafíos comunes como el
cambio climático.
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