viernes, 7 de julio de 2017

El G20 aspira a afianzar el multilateralismo pese a las tensiones con Trump

HAMBURGO.- La cumbre del G20, que reúne en Hamburgo a los líderes de las principales economías del mundo y las potencias emergentes, comenzó hoy con una reunión centrada en el terrorismo internacional, mientras en las calles se registraban de nuevo enfrentamientos entre policía y manifestantes.

La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la cita, recibió a sus invitados en el recinto ferial de la ciudad portuaria, tomada por la policía para garantizar la seguridad de las delegaciones.
Merkel se reunió ayer con el presidente estadounidense, Donald Trump, para intentar allanar el camino a un acuerdo, aunque las delegaciones asumen que los equipos negociadores seguirán trabajando hasta el último momento.
En paralelo a las sesiones plenarias, Hamburgo será hoy escenario de la esperada primera entrevista entre Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Espero con interés todas las reuniones de hoy con líderes mundiales, incluyendo mi reunión con Vladímir Putin. Mucho que discutir", aseguró Trump en su cuenta de Twitter al comenzar la jornada.
Tiene en agenda también su primera reunión bilateral con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que canceló una visita a la Casa Blanca a comienzos de año por las tensiones sobre el muro que el presidente estadounidense planea construir en la frontera y hacer que México pague.
Los líderes de los principales países industrializados y emergentes que forman el G20 se reúnen desde este viernes y hasta el sábado en Hamburgo (Alemania) con el reto de afianzar la cooperación multilateral, sobre todo en materia climática y comercial, pese a ser una cita marcada por las tensiones con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Estamos Unidos en nuestra voluntad de reforzar las relaciones multilaterales en la cumbre del G20, necesitamos una sociedad abierta, en especial abierta a los flujos comerciales", ha dicho la canciller alemana y anfitriona, Angela Merkel, en una rueda de prensa la víspera de la cumbre.
La agenda marcada por Alemania prevé discusiones sobre la necesidad de luchar juntos contra la amenaza del terrorismo internacional y sobre el modo de afrontar otros retos como el crecimiento global y el comercio; el desarrollo sostenible, el cambio climático y la energía; la sanidad; la calidad del empleo; la digitalización y el papel de la mujer.
Sin embargo, la nueva Administración norteamericana se ha alejado de estas posiciones, ha roto con el acuerdo internacional contra el cambio climático de París --que el resto de partes considera "innegociable"-- y ha dado un fuerte giro proteccionista que ha tensado las relaciones con muchos de sus socios internacionales.
Además, Trump llega a Hamburgo tras una visita a Polonia en donde ha endurecido su discurso hacia Rusia, con cuyo presidente, Vladimir Putin, se verá en el G20 por primera vez desde su elección.
Por otro lado, las relaciones con África y la presión migratoria también estarán sobre la mesa y la cumbre podría servir, según fuentes europeas, para tratar los problemas que está teniendo Italia para gestionar la llegada masiva de inmigrantes irregulares por la ruta del Mediterráneo central.
Otro de los puntos calientes para Merkel será la presencia del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, con quien la Unión Europea ha tensado las relaciones, pese al interés de mantener las buenas relaciones con este país para controlar el flujo migratorio.
Erdogan ha criticado con dureza sobre todo a Alemania por impedir mítines a su favor en suelo alemán y Bruselas ha reiterado tibias llamadas al respeto de las libertades en Turquía tras la intentona golpista de hace casi un año.
Mientras, un fuerte dispositivo de seguridad ha cercado la ciudad de Hamburgo ante el temor de incidentes violentos durante las distintas manifestaciones previstas para mostrar su rechazo al G20.
Unos 20.000 agentes de Policía vigilarán la ciudad, a la que se espera que lleguen más de 30 delegaciones, entre los miembros permanentes del G20 y los países invitados, incluidos España, Países Bajos, Noruega, Singapur y Vietnam.
La Unión Europea, en cualquier caso, quiere aprovechar la oportunidad de esta cita para "subrayar su muy positiva contribución" al crecimiento global y en cuestiones clave como la lucha contra el cambio climático y la apuesta por el libre comercio, frente al giro proteccionista de otras potencias, según han indicado fuentes europeas.
De hecho, en una carta a los líderes del G20 el pasado miércoles, los presidentes del Consejo europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, destacaron el peso y responsabilidad cada vez mayor de Europa en estos "tiempos convulsos".
"Más que nunca, la UE se ha convertido en un punto de referencia mundial para todos aquellos que valoran los principios de la democracia liberal y los Derechos Humanos, el comercio libre y justo y las acciones concretas para hacer frente a los desafíos globales, como el cambio climático, la pobreza, el terrorismo y la inmigración ilegal", resumieron en la carta.
El bloque comunitario apuesta por "apoyar un sistema multilateral basado en reglas" que sirva también para "proteger y defender" a los ciudadanos, según lo expuesto por Tusk y Juncker.
La UE es consciente de que "es evidente que hay divergencias", sobre todo en las políticas comerciales y climáticas, según un alto funcionario europeo, en referencia a Estados Unidos.
Sin embargo, los líderes esperan que esta cita sirva para hallar un enfoque "constructivo" que permita acercar posiciones, que no se vea como un modo de presión sobre Washington, sino "como el modo de avanzar" en una agenda común.
España, que participa en el G20 como país invitado permanente, apoya las líneas generales marcadas por la UE y Alemania, y ve "especialmente relevantes" los debates sobre relaciones comerciales y clima, según han informado fuentes de Moncloa.
Por ello, España espera que la cumbre permita encontrar algún tipo de "mensaje común" sobre el comercio internacional, ante el consenso mayoritario de los beneficios que reporta.
El Gobierno, sin embargo, tiene una previsión "menos optimista" sobre los avances en materia de cambio climático que puedan lograrse en la reunión al ser el punto "más complicado" a tratar.

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