martes, 11 de julio de 2017

La inversión en energía cayó un 12 % por segundo año consecutivo en 2016

PARÍS.- El parón de nuevos proyectos petroleros y gasísticos por los bajos precios del barril de crudo estuvieron detrás del bajón del 12 % de la inversión mundial en el sector de la energía en 2016, por segundo año consecutivo.

En su informe anual sobre la inversión presentado hoy, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señaló que el volumen total de inversiones fue de 1,7 billones de dólares, lo que representa un 2,2 % del producto interior bruto (PIB) global.

El dinero dedicado a la exploración y explotación de yacimientos de petróleo y gas se redujo el pasado año en un cuarto, con lo que en dos ejercicios la disminución acumulada fue del 38 %.
En cualquier caso, esos hidrocarburos en 2016 todavía supusieron las dos quintas partes del volumen total de la inversión.
En la electricidad, el descenso se limitó al 1 % para quedar en 718.000 millones de dólares por el efecto del recorte en la generación, que no fue totalmente compensado por el alza en las redes.
La inversión en nuevas instalaciones de generación de electricidad con fuentes renovables bajó un 3 % hasta 297.000 millones de dólares, lo que significa un 3 % menos que cinco años antes, aunque las capacidades instaladas eran un 50 % superiores, con una producción que se estima un 35 % más elevada.
La explicación de esa aparente contradicción está en la reducción de los costes unitarios con las mejoras de las tecnologías solares y eólicas.
El dinero destinado a dispositivos de mejora de la eficiencia energética aumentó un 9 % para representar 231.000 millones de euros, de la mano en particular de China que, según la AIE, en unos años podría superar a Europa, que hasta ahora ha sido el líder en este terreno.
Una buena parte de esas partidas (133.000 millones de dólares) se consagraron a reforzar la eficiencia de los edificios, que absorben un tercio del total de la energía consumida.
China se mantuvo como el primer país por la inversión en energía, ya que representó un 21 % del total mundial, y lo más significativo de su evolución fue el hundimiento del 25 % en nuevas centrales de carbón.
Una muestra de que el gigante asiático se orienta cada vez más hacia la producción de electricidad con bajo nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y a las medidas de eficiencia.
Estados Unidos se mantuvo en segunda posición, e incluso incrementó su peso relativo al 16 %, y eso pese al fuerte descenso en la actividad de petróleo y gas.
A contracorriente de la tendencia general, India se reafirmó en su tercer puesto con un incremento del 7 %. En Europa, la inversión cayó un 10 %, sobre todo a causa de las renovables.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, hizo notar que en un contexto como el actual en que la industria del petróleo y del gas se centra en proyectos a corto plazo, cobra mayor importancia que las políticas presten atención a las necesidades de aprovisionamiento a largo plazo.
Sobre todo porque, aun asumiendo "objetivos ambiciosos" en términos de mitigar el impacto sobre el calentamiento climático, la inversión en gas y petróleo "tendrá que aumentar respecto a su actual desplome".
De acuerdo con la agencia, los primeros indicios apuntan a que la inversión en gas y petróleo este año ha repuntado "modestamente", sobre todo de la mano de los yacimientos de esquisto en Estados Unidos.

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