WASHINGTON.- Las pequeñas empresas de Estados Unidos tienen grandes planes para el futuro.Pero a pesar de ello, en este momento, están actuando con más cautela que nunca desde las elecciones.
El último índice de optimismo de las pequeñas empresas de
la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) reveló que el
optimismo de estas empresas cayó a su nivel más bajo desde las
elecciones celebradas en junio. También ha sido el quinto mes
consecutivo en el que el índice general ‒que ahora se sitúa en 103,6‒
disminuyó o se mantuvo sin cambios respecto al mes anterior.
Los detalles del informe del NFIB fueron especialmente interesantes.
Concretamente,
el informe reveló que fueron menos las empresas que informaron haber
aumentado la contratación real, y sus intentos de incorporar nuevos
trabajadores. “Los dueños de pequeñas empresas informaron un cambio
promedio estable de contratación por empresa de -0,04 trabajadores en
los últimos meses, es decir, básicamente cero”, señaló el NFIB.
Este informe llega después de que los datos de la semana pasada de ADP sobre nóminas privadas mostraran que
las pequeñas empresas (aquellas con entre uno y 49 empleados) apenas
añadieron 17.000 nóminas en el mes de junio. En total, según ADP, son
158.000 los empleos privados dados de alta en junio. Las cifras del gobierno publicadas el viernes indicaban que en todo el mes se dieron de alta 222.000 empleos.
Con
el informe del NFIB publicado el martes también aprendimos que los
planes de gasto de capital se encuentran en sus niveles más altos desde
septiembre de 2007, lo cual significa que a pesar de que las pequeñas
empresas puedan estar actuando con cautela en este momento, albergan
grandes planes para el futuro.
En
un artículo publicado el martes, Steve Ricchiuto, economista en jefe de
la sucursal en Estados Unidos de Mizuho, escribió que el salto en los
planes de gasto de capital “parece ser aún un vestigio de optimismo en
relación a cómo puede llevar adelante las cosas Trump”.
“Se
están haciendo progresos, pero están siendo mal comunicados, y los
temas más importantes –la asistencia sanitaria y la reforma fiscal–
siguen estancados en la ciénaga política de Washington”, indicó el NFIB
el martes.
“El
crecimiento económico durante la primera mitad del año ha sido
prácticamente el mismo que experimentamos los últimos tres o cuatro
años, sin progresos reales. No existe mucha euforia en relación a las
perspectivas para la segunda mitad del año”.
En
general, entonces, parece que las pequeñas empresas estadounidenses
están diciendo una cosa pero haciendo otra: somos optimistas, pero
actuamos con cautela.
Y, al menos según el NFIB, todo se reduce a lo que ocurra o no en Washington D.C.
“La
continuidad de unos altos niveles de optimismo en el sector de las
pequeñas empresas dependerá fuertemente de cómo se den las cosas en el
Congreso en relación a los asuntos más importantes para los dueños de
pequeñas empresas: asistencia sanitaria, reforma fiscal y flexibilidad
regulatoria”, escribe el NFIB.
“Se
precisan progresos más sustanciales en estos importantes asuntos si se
quiere mantener el optimismo de los propietarios y generar una
aceleración de la contratación y el gasto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario