WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, instó hoy a los líderes republicanos en el Congreso a trabajar con él para generar "cambios duraderos" en el país, con una alianza conservadora que produzca "resultados" en áreas como la rebaja de impuestos a las empresas y el reemplazo de la reforma sanitaria.
El nuevo presidente estadounidense, que pertenece al mismo partido
que controla ambas cámaras del Congreso y buena parte de las
legislaturas y gobiernos estatales, confió en que el renovado poder de
los republicanos dé pie a "una nueva era" en el país.
"Tenemos que producir resultados. Basta de tantas palabras y pocas
acciones. Tenemos que dar resultados. Ésta es nuestra oportunidad de
lograr cambios grandes y duraderos para nuestra querida nación", dijo
Trump en un discurso ante la reunión invernal de los senadores y
congresistas republicanos, en Filadelfia.
El mandatario, que ha firmado una decena de órdenes ejecutivas en su
primera semana en el poder, reconoció que no puede hacerlo todo solo y
que necesitará también "una ambiciosa agenda legislativa".
"Nuestro trabajo legislativo comienza con la derogación y reemplazo
de 'Obamacare'", aseguró Trump en referencia a la reforma sanitaria
firmada en 2010 por su predecesor, Barack Obama.
Trump admitió que ha llegado a hablar con el presidente de la Cámara
Baja, el republicano Paul Ryan, sobre la posibilidad de "no hacer nada
durante dos años" respecto a la reforma, tras lo cual "los demócratas
vendrían a rogarnos que hiciéramos algo" porque "los aumentos de precio"
en los seguros médicos "serán catastróficos".
"Pero tenemos un problema: tenemos que ocuparnos del pueblo
estadounidense", agregó, al prometer que habrá una "reforma verdadera"
del sistema de seguros de salud.
Nada más asumir el poder el viernes pasado, Trump firmó una orden
ejecutiva con la que instruía a las agencias a desoír en la medida de lo
posible las directivas de la reforma sanitaria.
Por el momento, los republicanos no se han puesto de acuerdo en un
plan para reemplazar la reforma sanitaria de Obama, que ha dado
cobertura a unos 20 millones de personas en el país.
Uno de los factores que complican esa derogación es la inclinación de
Trump a mantener las dos partes más populares de "Obamacare": la
provisión que obliga a asegurar a personas con enfermedades previas y a
extender la cobertura sanitaria de un adulto a sus hijos hasta los 26
años.
Trump también necesitará la ayuda del Congreso para construir su
deseado muro en la frontera con México, que costará "entre 12.000 y
15.000 millones de dólares", según los cálculos adelantados hoy por el
líder republicano en el Senado, Mitch McConnell.
McConnell y el presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, se mostraron
dispuestos a proporcionar a Trump esa partida presupuestaria, y evitaron
comentar si ese gasto contribuirá a aumentar el déficit fiscal de
Estados Unidos o si buscarán compensarlo con recortes presupuestarios.
Igual que Trump busca su apoyo para impulsar su promesa de construir
el muro, los líderes republicanos del Congreso también quieren
aprovechar su presencia en el Despacho Oval para impulsar una de sus
propias prioridades legislativas, una reforma fiscal que llevan
reclamando desde hace años.
Trump garantizó hoy que, juntos, los republicanos crearán "millones
de empleos nuevos y bien pagados al eliminar las cargas económicas que
dejan lisiada la capacidad de EEUU para competir".
"En el centro de esa agenda hay una audaz reforma fiscal que rebajará
masivamente los impuestos para la clase media y para todos los negocios
estadounidenses", subrayó el presidente.
"También impulsaremos reformas financieras que ayudarán a los
estadounidenses conseguir el crédito que necesitan para hacer realidad
sus sueños. Los republicanos siempre hemos sido el partido de la
industria y el trabajador estadounidense. Debemos abrazar esa herencia y
reconstruir el país con bienes y trabajo estadounidense", añadió.