BRUSELAS.- La Unión Europea y Japón confirmaron este jueves el "principio de acuerdo" de su ambicioso tratado comercial, una muestra de su apuesta por el libre comercio frente a la tendencia proteccionista procedente del Estados Unidos de Donald Trump.
"Confirmamos
que hemos alcanzado un principio de acuerdo", subrayó el presidente del
Consejo Europeo, Donald Tusk, en Bruselas, tras reunirse con su
homólogo del ejecutivo comunitario Jean-Claude Juncker y el primer
ministro nipón, Shinzo Abe.
Tokio
y Bruselas querían llegar a la cumbre de mandatarios del G20 de este
jueves y viernes en Hamburgo (Alemania) con un acuerdo político, cuya
conclusión anunció el jueves la comisaria europea de Comercio, Cecilia
Malmström, y el canciller japonés, Fumio Kishida.
Aunque
su entrada en vigor no se espera hasta principios de 2019, el objetivo
de ambos era mostrar su apuesta por el libre comercio, máximo cuando
coincidirán en Hamburgo con el presidente estadounidense, Donald Trump.
A
su llegada al poder, Trump oficializó la retirada de su país del
Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), firmado con 11
países de la región Asia-Pacífico, entre ellos Japón, así como tres
países latinoamericanos, Chile, México y Perú.
Además,
en agosto está previsto el inicio de la renegociación del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, México
y Canadá, mientras que las negociaciones para un acuerdo comercial
entre la primera economía mundial y la UE están en el congelador.
Los
28 países europeos aprovecharon este contexto para impulsar las
negociaciones con Japón, iniciadas en marzo de 2013, pero también las
conversaciones comerciales en curso con los países del Mercosur y la
modernización del acuerdo vigente desde 2000 con México.
"Enviamos
una señal fuerte al mundo a favor de un comercio abierto y justo", dijo
este jueves por su parte Jean-Claude Juncker, mientras que el primer
ministro de Japón, tercera potencia económica mundial, celebró que ambas
partes hayan sido capaces de "manifestar una fuerte voluntad política" e
izar "la bandera del librecambio".
Las
economías de la UE y Japón representan en su conjunto el 28% del
comercio mundial, por lo que este tratado de libre comercio, que cubrirá
el "99% de los intercambios bilaterales" según una fuente europea, se
convertirá en uno de los mayores logrados hasta ahora.
El
sector agrícola es el principal beneficiado del lado europeo, ya que la
práctica totalidad de sus productos tendrán "cero derechos de aduanas",
explicó esta fuente. Además, Japón reconocerá más de 200 denominaciones
de origen europeas.
En
la sensible cuestión de los quesos europeos, Tokio se comprometió a
eliminar los derechos de aduanas de algunas variedades como el gouda, un
acuerdo "muy satisfactorio" para Europa, indicó la misma fuente, quien
reconoció que nunca esperaron una "liberalización completa".
La
industria automotriz japonesa, clave para la economía nipona, logra por
su parte un acceso total al mercado europeo, pero tras un período de
transición que los constructores europeos reclaman que sea de siete
años. Y Tokio se compromete a "utilizar las mismas normas
internacionales" que en el bloque europeo.
Los
negociadores deben ahora cerrar la redacción definitiva del texto y sus
detalles técnicos, así como uno de los puntos en los que todavía no
lograron entenderse, por ejemplo, ¿cómo se solucionarán los diferendos
entre Estados e inversores?
Los
japoneses se muestran favorables a un sistema de arbitraje clásico, en
la misma línea de la mayoría de los acuerdos comerciales alcanzados
hasta ahora en todo el mundo, por el que se crear un panel 'ad hoc' para
cada diferendo.