ANCHORAGE.- Que
hay una correlación evidente entre la climatología y los accidentes de
tráfico es algo tan lógico que nadie pone en tela de juicio: la lluvia
hace que el asfalto se empape y los vehículos pierdan parte de su
capacidad de agarre, aumentando las probabilidades de accidentes. Pero
peores todavía son las consecuencias cuando es hielo lo que cubre las
carreteras, y de esto saben mucho las autoridades de tráfico de Alaska.
En concreto, el gobierno de este estado sabe que cuando la temperatura fluctúa entre
fría y muy fría en un plazo corto de tiempo, se producen
precipitaciones de aguanieve o nieve que producen hielo casi de forma
instantánea sobre el asfalto. Hasta la fecha, se había utilizado la
intuición para adelantarse a los acontecimientos, pero a partir de ahora
se quiere emplear algo más científico para poder predecir con gran
precisión cuándo puede darse un suceso de estas características.
Así, las autoridades de tráfico del distrito de Fairbanks han
decidido emplear un sistema basado en aprendizaje automático para
conocer de antemano cuándo hay riesgo de producirse nieve y asignar de
esta manera los recursos necesarios. El sistema se basa en unos sensores de Fathym
colocados en los quitanieves que analizan en todo momento las
condiciones ambientales y la temperatura del asfalto; esta información
viaja en tiempo real a los servidores de Microsoft,
donde el sistema WeatherCloud basado en machine learning de Fathym
avisa a las autoridades sobre lo que va a suceder con gran probabilidad.
Si se prevé que va a haber hielo, las autoridades distribuirán de antemano los componentes químicos
para evitar que se forme, y lo harán en las cantidades estrictamente
necesarias, con lo que además de reducir el riesgo de accidentes, el
sistema previsiblemente logrará importantes ahorros para las arcas
públicas. Tanto Microsoft como Fathym confían en 'exportar' esta
tecnología en otros estados del país.
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