viernes, 9 de marzo de 2018

Draghi no contradice a De Guindos y mantiene los tipos / José Hervás *

Hay no­ve­dades im­por­tantes en la co­mu­ni­ca­ción de la po­lí­tica mo­ne­taria del Banco Central Europeo aunque la subida de ti­pos, tan es­pe­rada y deseada por los bancos co­mer­cia­les, tendrá que es­pe­rar. El co­mu­ni­cado es claro.

El Consejo de Gobierno “espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos”. Es lo que pronosticó Luis de Guindos tras comparecer ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento europeo. No ha habido choque de trenes.

Fue una declaración que sorprendió tanto en ámbitos financieros, como políticos y económicos. Es inusual que se manifieste sobre la política económica alguien que está previsto vaya a formar parte del Consejo de Gobierno del BCE, pues la política de comunicación depende directamente del presidente de la institución. Pronostica unas futuras ricas relaciones.

Pese a quienes consideraban que Draghi podría contradecir el anuncio realizado por Luis de Guindos, no ha sido así. El ya exministro de Economía, tras afirmar el pasado día 13 de febrero que él nunca comenta las decisiones del Banco Central Europeo, dijo que las políticas de bajos tipos de interés serán las habituales a partir de ahora. No era lo que esperaban los bancos.

El futuro vicepresidente del Banco Central Europeo precisó que su convicción era que los tipos de interés estarán durante mucho tiempo todavía muy bajos, en el entorno del 0 por ciento. Y lo vinculó a la inflación. Con la inflación en el entorno del 2 %, los tipos, reiteró De Guindos, estarán bajos.

En cambio, del comunicado oficial, emitido de forma previa a la rueda de prensa habitual del Presidente del BCE para explicar las decisiones adoptadas por el Consejo de Gobierno del supervisor europeo, lo que sí ha desaparecido es el párrafo que alude a eventuales aumentos de compras de activos.

Supone un paso atrás en una de las medidas no convencionales de la política monetaria del BCE utilizada por Draghi para sacar a la economía europea del marasmo. El párrafo que ha desaparecido de los anteriores comunicados es el que dice que “si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de la inflación, el Consejo de Gobierno está preparado para ampliar el volumen y/o la duración del programa de compras de activos”.

La decisión la venían esperando los expertos desde hacía tiempo, y se daba por hecho que sería así tras dos testimonios muy claros. Por una parte el de las declaraciones del Gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann, a la televisión alemana el pasado día 27 donde expresó abiertamente que “era importante reducir gradualmente y de manera confiable el grado de expansivo de la política monetaria cuando el panorama de los precios en el área del euro nos permita hacerlo”.

La otra señal clara viene de la publicación de las actas de la anterior reunión del Consejo de Gobierno del BCE del pasado 25 de enero, y publicadas el 22 de febrero, que reflejaban que los consejeros ya habían debatido dejar atrás el compromiso de la entidad de incrementar los estímulos monetarios en caso de que la situación económica empeorase.

Estaba claro que tenía que llegar el momento en el que el BCE acabara tomando esta decisión. Esta decisión no debe tener consecuencias negativas para el crecimiento de la economía. No solo no espera el BCE que vaya a ser así, sino que ha previsto lo contrario hasta incrementar una décima su previsión de crecimiento para la eurozona.

En cambio lo que el Gobierno debería empezar a pensar es en el momento en que vayan a subir los tipos, momento que indudablemente tendrá que llegar algún día. Las consecuencias en los costes del servicio de la deuda serán importantes.Los expertos consideran que esto no llegará hasta al menos el segundo trimestre del año que viene.

Es uno de los retos que tendrá que afrontar el nuevo ministro de Economía Román Escolano, junto con el transito a un nuevo modelo económico, del industrial analógico al digital, además de los retos de la globalización. Volveremos sobre ello.



(*) Periodista español

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